Las fuerzas de seguridad federales desplegaron esta tarde un fuerte operativo de seguridad en las inmediaciones del Congreso para garantizar el cumplimiento del protocolo antipiquetes durante una nueva marcha de jubilados.
Efectivos de la Gendarmería obligaron a los manifestantes a subir a la vereda de la Plaza Congreso, donde los adultos se movilizaban guarecidos de la lluvia con paraguas y ropa de abrigo.
“El operativo es exagerado. Mucha plata que la podrían repartir en otro lado. Genera indignación, pena. Es un retroceso”, dijo a C5N Ana, una jubilada que participó de la movilización.
Se trata de un clásico de todos los miércoles: los jubilados marchan y Bullrich ordena un imponente operativo. Desde que rige el protocolo impulsado por la cartera de Seguridad, no ha habido incidentes, sino represión a cargo de los uniformados, de manera indiscriminada, como el pasado 12 de marzo, en la refriega que terminó con el fotógrafo Pablo Grillo herido de gravedad.
La marcha es la primera que se realiza tras la votación del pasado jueves, que confirmó el aumento para jubilados de unos 20 mil pesos. El Gobierno anunció que lo vetará, ya que afirma que pone en riesgo el equilibrio fiscal.
“Milei quiere vetar nuestro ínfimo aumento conseguido en la última sesión del Senado, nosotros le contestamos con una marcha el 23 de Congreso a Plaza de Mayo”, convocó Lili, integrante del Plenario de Trabajadores Jubilados en diálogo con Prensa Obrera.
Por su parte, al ser consultada por C5N otra de las manifestantes sostuvo: “El ajuste pasa solo con represión. Estamos esperando el veto de Milei y ver qué pasa con los diputados y senadores, si se venden por dos monedas o refrendan las leyes que ya sacaron”.