El agente, que realizaba tareas de prevención en una zona rural de Viedma, se lesionó al quedar atrapada su mano en una tranquera. Tras una cirugía y una disputa con la ART por el porcentaje de incapacidad, la Justicia ordenó una indemnización de 19 millones de pesos.
Un policía rionegrino sufrió una grave lesión en su mano derecha mientras realizaba tareas de prevención en una zona rural. El hecho ocurrió cuando, al intentar abrir la tranquera de un campo para iniciar un procedimiento, su mano quedó atrapada entre un alambre y un poste, generándole un fuerte dolor y la imposibilidad de mover el dedo anular.
El agente se trasladó de inmediato al Sanatorio Austral de Viedma, donde los profesionales diagnosticaron Mallet Finger, una lesión que impide extender la punta del dedo debido a la ruptura del tendón extensor o al desprendimiento de un pequeño fragmento óseo. Tras confirmar el cuadro, fue sometido a una intervención quirúrgica.
Con el tiempo, recibió el alta médica, aunque con una incapacidad fijada en el 4,60%. Disconforme con la evaluación, solicitó una revisión. Sin embargo, la aseguradora negó los hechos, cuestionó la documentación presentada y sostuvo que había cumplido con todas las prestaciones necesarias, incluyendo estudios, tratamientos y cirugía, sin registrar secuelas incapacitantes.
La especialista interviniente volvió a evaluar al trabajador y determinó que la lesión persistía, con una incapacidad del 7,27%. Confirmó la imposibilidad de extender activamente la punta del dedo anular, la misma limitación constatada el día del accidente.
Finalmente, la Cámara Laboral de Viedma analizó toda la prueba disponible, realizó los cálculos correspondientes y resolvió condenar a la aseguradora a indemnizar al policía con 19 millones de pesos.











