​Ordenan la restitución de un niño a Río Negro tras la sospecha de una mudanza encubierta 

La Justicia de Familia de Viedma ordenó la restitución de un niño a su ciudad de origen luego de que su padre denunciara que su madre planeaba radicarse con él en otra provincia sin su consentimiento.

Cuando la madre del niño le comunicó a su expareja que viajaría con su hijo de vacaciones, el hombre no objetó la decisión, ya que formaba parte del acuerdo de visitas establecido previamente. Sin embargo, pequeños detalles despertaron sus sospechas. Uno de ellos fue la inclusión de “Toto”, el perrito de su hijo, en el viaje, cuando nunca antes había salido de su hogar en la zona Atlántica de Río Negro. Más adelante, la venta de mobiliario y el envío de grandes cajas a través de una empresa de transporte hicieron que el padre sospechara que el viaje no era temporal, sino una mudanza encubierta.

El caso derivó en una denuncia judicial por restitución, acusaciones cruzadas por violencia, testigos y peritajes. Finalmente, la jueza de Familia de Viedma resolvió que el niño debía regresar a la ciudad donde residía, ya que su traslado unilateral por parte de la madre no fue legítimo.

El padre relató que, el día de la partida, entregó a su hijo en la casa materna, donde lo recibió la niñera, ya que su madre no estaba presente. Días después, recibió una citación judicial desde otra provincia, en la que su expareja lo denunciaba por un supuesto episodio de violencia ocurrido horas antes del viaje. Él negó la acusación y presentó como prueba las cámaras de seguridad del banco donde trabaja, que confirmaban su presencia en otro lugar.

La investigación reveló que la madre había enviado 15 cajas con pertenencias entre noviembre y enero, y que testigos habían visto cómo parte del mobiliario había sido vendido, canjeado o embalado antes del viaje. En la nueva provincia, el niño había sido inscripto en la escuela, se había unido a un club de fútbol y pasaba los días con su primo.

Durante el proceso, la jueza entrevistó al menor por videollamada junto a una defensora de menores y una psicóloga. Los informes reflejaron altos niveles de ansiedad y nerviosismo, y señalaron que el niño no lograba identificar claramente su lugar de residencia ni a sus familiares. En paralelo, el equipo técnico descartó indicios de riesgo en la relación del niño con su padre.

Ante estas conclusiones, la jueza ordenó la restitución del menor a Río Negro y reafirmó que su traslado fue indebido al no contar con la autorización del otro progenitor ni con intervención judicial. Además, estableció que si la madre decide regresar a Río Negro, podrá convivir con su hijo bajo el régimen de visitas acordado. En caso de quedarse en Entre Ríos, el niño permanecerá con su padre y se definirá un nuevo esquema de contacto con su madre.

 

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