Una vecina de Cipolletti convivió más de diez años con humedad, hongos y riesgo eléctrico por filtraciones de un departamento superior. La Justicia ordenó reparaciones urgentes para frenar el deterioro.
Cipolletti.- Durante más de una década, una mujer de Cipolletti vivió en un departamento del barrio 350 Viviendas afectado por filtraciones constantes de agua desde el piso superior. Las consecuencias eran visibles: paredes mojadas, hongos en los cielorrasos, cortes de electricidad y un deterioro progresivo que ponía en riesgo su salud y seguridad.
En abril de este año, acompañada por la Defensoría de Pobres y Ausentes, presentó una denuncia judicial en la que reclamó intervención urgente. Los informes médicos incorporados al expediente confirmaron que su estado de salud requería un ambiente libre de humedad para evitar infecciones.
En mayo, un oficial de justicia constató las filtraciones en ambos departamentos, el de la denunciante y el de los ocupantes del primer piso. También verificó techos destruidos, paredes con moho y circuitos eléctricos anulados por peligro de electrocución. La situación ya había sido advertida en una causa previa de 2018, pero nunca se había solucionado.
A pesar de haber sido notificados, los ocupantes del departamento superior no se presentaron en el proceso. El juez, tras evaluar las pruebas y los antecedentes, resolvió aplicar la figura de “daño temido”, que habilita a la Justicia a intervenir cuando existe un riesgo grave e inminente.
La sentencia ordenó a los demandados reparar las pérdidas de agua en un plazo de 15 días. En caso de incumplimiento, la vecina afectada podrá realizar las obras por su cuenta y luego reclamar los costos.
El fallo no se enfocó en responsabilidades por los daños ya ocasionados, sino en detener de inmediato un peligro que llevaba más de diez años sin resolverse.