El ministro de Economía Luis Caputo envió desde la capital de Estados Unidos un mensaje grabado a los empresarios participantes de la 61º edición del Coloquio de Idea en Mar del Plata. En el video, destacó la gestión económica del Gobierno y trazó los lineamientos de la política económica poselecciones. La receta incluye una reforma laboral flexibilizadora para que las empresas puedan despedir a menor costo a sus empleados.
El funcionario se encuentra en Washington D.C en el marco de las reuniones que mantiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, por lo que no pudo asistir al tradicional evento que se celebra en el Hotel Sheraton en Mar del Plata. También continúan las conversaciones con Estados Unidos por el salvataje que prometió Donald Trump a Javier Milei. El funcionario volvió a rechazar una devaluación como herramienta para ganar competitividad, e insistió en que el Ejecutivo avanzará después de las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre con “las reformas de segunda generación”. En esa línea, Caputo consignó que “la reforma laboral es fundamental porque venimos de un régimen laboral arcaico, rígido e imprevisible”. “Necesitamos un régimen más ágil, más dinámico y que termine con la industria del juicio, que favorece a un puñadito así en contra de todos los argentinos”, espetó, en un claro guiño hacia el poder patronal.
La reforma tributaria también está en la agenda
En este orden también anunció que se encarará una “reforma tributaria que va a implicar la eliminación de muchos impuestos, la baja de otros, la simplificación del régimen tributario” y añadió una propuesta de “incentivos para desarrollar el ahorro interno”. “Sé que para muchos es difícil porque venimos de muchos años de un esquema realmente muy diferente, de una economía cerrada. Abrirse a la competencia y tener que invertir es todo un desafío, pero tenemos que pensar que finalmente hay que lograr construir un nuevo país”, remarcó.
Los autoelogios de Caputo
Asimismo, mientras el país atraviesa un duro momento por la tensión cambiaria, el jefe del Palacio de Hacienda manifestó que la competitividad de Argentina “no debe venir más de una devaluación”. “Realmente a esta altura encuentro casi arcaico la gente que cree que la única forma en que Argentina puede ser competitiva es teniendo una moneda débil”, subrayó. Sobre este punto realizó un repaso de lo que considera los logros de su gestión, y pese a la volátil coyuntura, opinó que hay una macroeconomía estabilizada. “Creo que estamos en un contexto económico mucho más previsible, en un nuevo modelo en el que hemos logrado estabilizar la macroeconomía, logrando el tan ansiado equilibrio fiscal, que Argentina no lograba desde hacía casi un centenar de años.
Y además hay equilibrio monetario”, destacó. También valoró la baja de la inflación y prometió que en los próximos meses convergerá a las variaciones internacionales. Una de las declaraciones que más llamó la atención fue su consideración de que el gobierno está viendo “una recuperación de los salarios reales”, pese a todos los índices que demuestran que la gente no llega a fin de mes.