Saturday Night Live se burla de Milei: “Muchos funcionarios de Trump terminarán huyendo hacia la Argentina” 

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A casi una semana de su decimotercera visita a Estados Unidos, el presidente Javier Milei volvió a quedar en el centro de las miradas internacionales, aunque esta vez no por anuncios económicos sino por una parodia televisiva. El histórico programa Saturday Night Live (SNL) dedicó un segmento a burlarse del mandatario argentino y del acuerdo económico con Donald Trump, que prevé una transferencia de 40 mil millones de dólares condicionada al resultado de las elecciones del 26 de octubre.

En su tradicional sketch “Weekend Update”, el actor Colin Jost —quien conduce el segmento desde hace años y es esposo de la actriz Scarlett Johansson— ironizó sobre la reciente ayuda estadounidense al gobierno de Milei. “El presidente de la Argentina fue visto aquí diciendo: if you make me horny, baby, lanzó el comediante, mostrando una imagen del libertario junto al personaje de Austin Powers, ambos con lentes oscuros y una sonrisa extravagante.

El remate vino acompañado de otra frase que resonó tanto en redes como en medios de todo el continente: “Trump anunció que le dará US$40.000 millones a la Argentina. Porque, si la historia sirve de guía, muchos funcionarios de Trump terminarán huyendo hacia la Argentina…”. La broma, además de apuntar al expresidente republicano, ridiculizó la subordinación política de Milei y reflejó la creciente desconfianza del establishment estadounidense frente al acuerdo.

El sketch, que combina sátira política con actualidad internacional, es uno de los más antiguos de la televisión norteamericana. Desde 1975, Weekend Update se ha convertido en una especie de “noticiero de comedia” donde los temas más sensibles son abordados con ironía. En esta ocasión, la visita de Milei y su alineamiento con Trump se convirtieron en material de humor global. El paso de Milei por Washington, que pretendía consolidar su imagen internacional, terminó convertido en material de humor y crítica mediática. Para buena parte de la prensa estadounidense, la figura del presidente argentino combina rasgos de fanatismo ideológico, dependencia económica y vulnerabilidad política.

La comparación con Austin Powers no fue casual: el personaje de Mike Myers encarna una parodia del exceso y la autocelebración. La risa del público en el estudio de SNL, más que una broma, fue una metáfora del descrédito internacional que empieza a acompañar las giras del mandatario libertario.

Un viaje que dejó más incógnitas que certezas

El episodio televisivo ocurre en un contexto de creciente controversia por la visita oficial de Milei a Washington. La reunión, celebrada el martes en la Casa Blanca, fue presentada por ambos gobiernos como un gesto de “alianza estratégica”, aunque el mensaje final del republicano tuvo un tono más de advertencia que de respaldo. “Si Milei gana, estaremos cerca; si no, nos vamos”, fue la frase atribuida al magnate por medios estadounidenses.

Según analistas internacionales, se trató de una extorsión política sin precedentes, que dejó en claro que la ayuda de Estados Unidos no busca fortalecer a la Argentina sino apuntalar la continuidad del gobierno libertario. Milei, visiblemente nervioso durante el encuentro, agradeció el apoyo financiero y destacó el nuevo swap por 40 mil millones de dólares, destinado a reforzar las reservas y estabilizar el peso en la previa electoral. “Nos permite transitar tranquilos y demostrar al mundo que las ideas de libertad funcionan”, aseguró.

El jefe de Estado también elogió al secretario del Tesoro, Scott Bessent, a quien le atribuyó la “resolución del problema de liquidez” provocado por “ataques políticos de la oposición”. Sin embargo, los detalles del acuerdo no fueron publicados oficialmente, y sectores de la oposición cuestionaron la falta de transparencia en las negociaciones con Washington.

Condiciones, dependencia y tensiones con China

Trump, por su parte, aprovechó la conferencia para definir los límites de su asistencia. Elogió a Milei por su “liderazgo”, pero dejó en claro que el respaldo económico dependerá de un alineamiento político absoluto. “Si un socialista gana, nos sentiremos muy diferente sobre nuestro apoyo a Argentina”, advirtió, marcando la línea de lo que el republicano entiende como “cooperación estratégica”. El mandatario norteamericano fue aún más preciso: “No quisiera que se hicieran tantas relaciones con China, ni que intervengan en las fuerzas armadas”, remarcó, en alusión a los recientes vínculos comerciales y tecnológicos entre Buenos Aires y Pekín. En los hechos, el acuerdo financiero se presenta como una herramienta de presión geopolítica, más que como un plan de desarrollo bilateral.https://geo.dailymotion.com/player/xt5ee.html?video=x9s521m

Bessent, desde el Tesoro, reforzó esa visión: reconoció que la apuesta estadounidense se sostiene en la expectativa de una victoria de La Libertad Avanza y advirtió que un resultado electoral adverso “obligaría a replantear la política hacia Argentina”. En este escenario, la sátira de Saturday Night Live adquirió un tono político más profundo. Lejos de ser una simple broma, el sketch evidenció cómo el liderazgo de Milei se percibe en Estados Unidos como un fenómeno excéntrico, volátil y subordinado a los intereses republicanos.

 

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