Antes de que la sesión terminara en un enorme escándalo y mientras en las afueras del Congreso las Fuerzas de Seguridad embestían en una represión brutal contra jubilados y manifestantes, la oposición en la Cámara de Diputados logró avanzar un paso con dos iniciativas que complican a la Casa Rosada: la creación de una comisión investigadora y la interpelación de distintos funcionarios nacionales para que den explicaciones sobre el “criptogate”, la estafa multimillonaria que involucra al Presidente, Javier Milei. Los legisladores le ordenaron a las comisiones de la cámara que se reúnan el martes próximo para emitir dictamen sobre esos proyectos, habilitando que sean discutidos en el recinto en los días siguientes. Unión por la Patria intentó también emplazar a la comisión de juicio político y derogar las facultades delegadas pero no consiguió el apoyo suficiente.
A un mes del criptoescándalo y a pocos días del inicio del nuevo período de sesiones ordinarias, la oposición logró darle un revés al Gobierno al enviar a comisiones los expedientes vinculados al caso $LIBRA. Pese a los intentos del presidente de la Cámara, Martín Menem, por frustrar la sesión, la estrategia libertaria no tuvo éxito. El oficialismo buscó hasta último momento desactivar las iniciativas, ofreciendo a cambio que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, brinde explicaciones en el recinto. No hubo caso.
El acierto de Encuentro Federal y Democracia Para Siempre, los bloques opositores que solicitaron la sesión especial, fue incluir en el temario la emergencia económica para Bahía Blanca. Eso empujó al bloque radical que preside Rodrigo de Loredo a sentarse en sus bancas y aportar al número necesario para el quórum. Así, minutos después del mediodía, la sesión comenzó con la presencia de 130 diputados, entre ellos el larretista Álvaro González (PRO), la libertaria expulsada, Lourdes Arrieta y el desplazado jefe de bloque de La Libetad Avanza, Oscar Zago.
Pese a acompañar el inicio de la sesión, De Loredo buscó colaborar con el Gobierno al solicitar que los emplazamientos se votaran en dos tandas distintas. La maniobra pretendía despegar a los radicales de la votación de la comisión investigadora, impulsada por el sector díscolo que responde a Facundo Manes y que no estaban dispuestos a apoyar.
Primero se votó el emplazamiento a las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Finanzas de los expedientes vinculados a pedidos de informes e interpelación de funcionarios. Fue aprobado por amplia mayoría: 146 votos a favor y 81 en contra. Entre estos proyectos, se destaca el presentado por los diputados de Encuentro Federal —Emilio Monzó, Margarita Stolbizer, Natalia de la Sota, Mónica Fein y Esteban Paulón— que contempla un pedido de informes y la citación al Congreso de Karina Milei, secretaria General de la Presidencia; Guillermo Francos, jefe de Gabinete; Mariano Cúneo Libarona, ministro de Justicia, y Manuel Adorni, portavoz presidencial.
La mera posibilidad de una interpelación a Karina Milei inquietaba a la Casa Rosada y fue una de las iniciativas que el oficialismo se esforzó por bloquear. Como ocurrió -pero sin éxito- en el Senado, el otro expediente que generaba preocupación era la creación de una comisión investigadora. Para este proyecto, el emplazamiento a las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Peticiones y Poderes se aprobó por 134 votos a favor y 94 en contra. Se estableció una primera reunión plenaria de esas comisiones el próximo martes a las cuatro de la tarde, con la expectativa de dictaminar al día siguiente a la misma hora.
Antes, a las 13, se tratarán el resto de los proyectos vinculados al criptoescándalo que fueron emplazados. El objetivo también es dictaminar al día siguiente y llevar todo a sesión una semana después. Si se mantuvieran los números de las votaciones, tanto los pedidos de informes, las interpelaciones, así como la comisión investigadora serían aprobados.
El intento de UxP por avanzar con el Juicio Político solo obtuvo 104 votos a favor y 128 en contra. Desde ese bloque dijeron que insistirán por que es “la única herramienta que permite una investigación seria”. En ese caso, los bloques “dialoguistas” optaron por el rechazo.
