A 50 años de los hechos, el Tribunal Oral federal número 1 de Rosario dará a conocer su decisión sobre la responsabilidad de una veintena de represores, entre los cuales se cuentan dos civiles que cumplieron funciones jerárquicas en la empresa Acindar, en crímenes de lesa humanidad contra decenas de obreros del polo industral de Villa Constitución. El veredicto se conocer hoy al mediodía, después de que los últimos acusados tengan la posibilidad de decir sus últimas palabras frente al tribunal. Sobrevivientes, familiares de víctimas y activistas de derechos humanos aguardarán la lectura con un acto que llevarán a cabo en la puerta de los tribunales, en la ciudad santafesina, desde las 10.
Durante dos años de juicio oral y público, un centenar de testigos declararon frente a los jueces Germán Sutter Scheneider, Ricardo Moisés Vásquez y Otmar Paulucci sobre el secuestro, los asesinatos y las torturas sufridas por 67 personas, en su mayoría obreros de la empresa Acindar, entre el 20 y el 26 de marzo de 1975, durante una represión feroz que fuerzas de seguridad, militares y civiles desataron sobre esa ciudad localizada al sur de Santa Fe, y los primeros meses de 1976. La represión fue una respuesta al “Villazo”, lucha por mejoras salariales y de las condiciones de trabajo desarrollada por el sector trabajador organizado por aquellos tiempos.
Los acusados que llegaron con vida al juicio oral –después de años de espera en el avance y el comienzo del debate fallecieron y quedaron varios otros en el camino– son 22. En su mayoría son policías Federales y provinciales, acompañados en el banquillo de los acusados por dos civiles: Roberto Pellegrini y Ricardo Torralvo. Ambos integraron la estructura jerárquica de Acindar y debido a los aportes que en representación de la empresa realizaron a los crímenes juzgados, afrontan penas de prisión perpetua.
Además de las perpetuas solicitadas para los civiles, la Fiscalía y las querellas solicitaron condenas entre 10 y 25 años de prisión para policías federales y de la guardia rural.
															









