En apenas cuatro votaciones, los 133 cardenales reunidos en el cónclave eligieron al sucesor de Francisco. El nuevo líder de la Iglesia Católica es Robert Francis Prevost, de 69 años, quien se convierte en el papa número 267 y en el primero de la historia nacido en Estados Unidos. Su elección marcó el final del segundo día de deliberaciones.
Prevost adoptó el nombre de León XIV y como ocurre con cada nuevo pontífice, el nombre papal funciona como una hoja de ruta simbólica. En este caso, al elegir llamarse León XIV, Prevost establece vínculos con figuras claves de la historia de la Iglesia y deja entrever la impronta que podría marcar su pontificado.
Más allá de los papas anteriores, el nombre también puede entenderse como una referencia afectiva a fray León, uno de los compañeros más cercanos de San Francisco de Asís. Fue su confidente, estuvo con él hasta su muerte y dejó testimonio escrito de su vida. San Francisco, figura central en el pontificado de Jorge Bergoglio, inspiró el nombre del papa saliente.