Participación electoral: por encima de las expectativas, por debajo del promedio histórico de la Provincia 

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El 62 por ciento de participación rompió todos los pronósticos de la previa de la elección bonaerense. La mayoría de las consultoras auguraban una abstención mayor, al calor de la crisis económica y del desencanto de una porción del electorado –sobre todo de los varones jóvenes de clase media baja– con el gobierno de Javier Milei, golpeado por el escándalo de corrupción en la Andis. Cuando promediaba la tarde, algunas horas antes del cierre, los fiscales del peronismo a cargo de varias escuelas del conurbano se sorprendían tanto del porcentaje de votantes como de los números finales de la elección, que ya empezaban a palpitar. Para el politólogo Facundo Cruz, Consultado, coordinador general de Observatorio Pulsar (UBA) y del Cicad, “probablemente la movilización electoral y el aliento a la participación finalmente haya beneficiado al peronismo”.

El nivel de participación en esta elección superó el promedio que hasta ahora venían teniendo las elecciones provinciales desdoblabas (en el rango de los 50 a 60 puntos, a excepción de Corrientes y Formosa) en el resto del país. Pero al mismo tiempo, estuvo diez puntos por debajo del promedio histórico de Buenos Aires. A la vez, el porcentaje fue muy similar –apenas por debajo– de la PASO legislativa de 2021 y la PASO presidencial de 2023. Hay números para sacar conclusiones incluso contradictorias. Pero, con todo, el 62 por ciento fue “una sorpresa”, dijo Cruz. “En la previa, lo lógico hubiera sido pensar que estaríamos en una participación de entre el 50 y 55 por ciento, y hubiera sido un buen número. La sorpresa tiene que ver con cómo veníamos, con un ausentismo pronunciado en varias provincias”, agregó. 

https://twitter.com/facucruz/status/1964812398507995454

El sociólogo Pablo Salinas, que viene haciendo un trabajo comparativo de cada elección del calendario de este año, matiza la mirada. “Sí, en la previa había pronósticos un poco menos alentadores, pero de todos modos hay que tener en cuenta que 62 por ciento es un número muy malo de participación electoral para lo que es la historia de la provincia de Buenos Aires desde el retorno de la democracia”, sostuvo. “La más cercana en valor negativo fue la del 2021, con 70 por ciento, que ya había sido muy mala en una sociedad anémica a la salida de la pandemia. La de este domingo aún profundiza esa situación”, reflexionó. 

https://twitter.com/SalinasPabloJ/status/1964748848766787798

En la previa de la elección se estimaba que el ausentismo lo sufriría mucho más LLA, dado que su electorado llegaba a la elección con el Gobierno a la defensiva por la situación económica y la crisis de las coimas. Pero, ¿fue tan así? “Yo creo que hay dos formas de verlo”, dice Cruz. “La intención de voto entre jóvenes para libertad avanza era mejor que para el peronismo. Al mismo tiempo, la propensión de ir a votar para los jóvenes era menor que el resto de la población en general, entre 10 y 15 puntos menos. Ese cruce te permitía pensar que una caída de la participación iba a afectar al Gobierno. Sin embargo, eso no pasó tan profundamente y, a la espera de analizar a fondo los datos, probablemente haya un voto joven que drenó, que LLA perdió”, dijo. 

“Pero al mismo tiempo, el peronismo tiene niveles de aprobación fuertes en sus intendencias, en los gobiernos locales, que están bien vistos y que movilizaron su maquinaria”, siguió Cruz. “Y en esta elección la tracción fue de abajo para arriba y no de arriba para abajo. Se invirtió a lo que históricamente es en la provincia de Buenos Aires, que el presidente arrastra para abajo y se evalúa el intendente en virtud del candento presidencial que lleva. Ahora, no teniendo una figura nacional, la elección traccionó de abajo para arriba. Probablemente eso favoreció la movilización electoral y terminó por beneficiar al peronismo”, concluyó. 

Para Salinas, “es evidente que el voto blando de Milei formó parte en gran parte del ausentismo, desencantado también con esa opción electoral”. Pero además hubo, dijo, “cierto grado de amauterismo” en el operativo electoral libertario, que se enfrentó con un peronismo aceitado y “profesional”. “Hubo una fuerza política que movilizó e hizo votar a su electorado o logró que su electorado los vote, osea el peronismo. “Y hubo un gobierno que equivoca la estrategia nacional de realizar la elección y que tarde buscó llamar al voto y tarde organizó el operativo electoral y lo pagó con el resultado. Creo que esa es la lectura más adecuada”, concluyó. 

 

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