La Argentina votó este miércoles en contra de una resolución de la ONU que condena el bloqueo a Cuba. La Asamblea General aprobó la iniciativa, que se suele votar todos los años, con el apoyo de 165 países. Solamente siete naciones rechazaron la moción. El país, históricamente, había acompañado estas votaciones.
Estados Unidos estuvo a la cabeza del rechazo, y además de la Argentina de Javier Milei logró el apoyó del Israel de Benjamín Netanyahu y la Hungría de Viktor Orbán. Ucrania, Paraguay y Macedonia del Norte fueron los otros países que adhirieron a Washington.
Doce países se abstuvieron: Polonia, Moldavia, Rumania, Ecuador, Estonia, Bosnia-Herzegovina, Albania, República Checa, Costa Rica, Marruecos y Lituania.
Durante años, los sucesivos gobiernos argentinos se pronunciaron siempre en contra del bloqueo. Milei rompe con esa tradición, además de debilitar así al país en el reclamo por la soberanía de las islas Malvinas, ya que desconoce el derecho internacional, cosa que la Argentina esgrime en el litigio con el Reino Unido.
De hecho, la ley 24.871, sancionada en 1997, establece el marco normativo referido a los alcances de las leyes extranjeras en el Territorio Nacional. Y resalta que “serán absolutamente inaplicables y carentes de efectos jurídicos las leyes extranjeras que pretendan generar efectos extraterritoriales a través de la imposición de bloqueo económico”.
La votación marca el alineamiento de la Argentina con el gobierno de Donald Trump, que salvó a Milei con los dólares del Tesoro. Parece que la ayuda se cobra en los foros internacionales.










