Adultos mayores, mujeres y personas con diabetes pueden confundir los primeros síntomas con malestares digestivos, lo que retrasa la atención y aumenta riesgos de complicaciones.
El dolor de pecho es una de las primeras señales de un infarto, pero muchos pacientes demoran en buscar atención médica, aumentando el riesgo de complicaciones graves. Según estudios en Argentina, la demora promedio desde el inicio de los síntomas hasta el primer contacto médico supera las 3 horas, incluso en casos de infartos severos.
El dolor típico se presenta como una opresión intensa o sensación de ardor en el centro del pecho, que puede irradiar al brazo izquierdo, ambos brazos, la espalda, cuello o mandíbula, acompañado de sudoración fría, náuseas, palpitaciones y falta de aire. Sin embargo, en mujeres, adultos mayores y personas con diabetes, los síntomas pueden ser atípicos: dolor leve, fatiga inexplicable o malestar digestivo.
La Sociedad de Cardiología de Córdoba y la Federación Argentina de Cardiología (FAC) impulsan desde 2021 el “Día del Dolor de Pecho” para concientizar sobre la importancia de actuar rápido ante estos signos.
El cardiólogo Dr. Walter Quiroga Castro explica que “ante un dolor de pecho, el tiempo es determinante para la sobrevida y para evitar secuelas graves en el corazón”.
Distintos registros nacionales confirman la demora: el Registro ARGEN-IAM, con más de 7.000 pacientes, indica que el 40% consultó después de 3 horas y un 25% después de 6 horas. El Registro RENASCA-AR mostró una demora promedio de 4,5 horas, con un 25% de pacientes que consultó recién después de 13 horas y un 10% más allá de 39 horas.
“Muchas personas subestiman los síntomas o esperan que desaparezcan solos. Esa demora puede marcar la diferencia entre un corazón que se salva y un corazón con daño severo”, advierte Quiroga Castro.











