Miles de personas marcharon el viernes por la noche en el microcentro porteño para expresar su apoyo al Papa Francisco, pedir que mejore su salud y agradecerle su militancia en favor de los más pobres. La procesión fue convocada bajo el lema “Amor con amor se paga” por el dirigente Juan Grabois –allegado al Sumo Pontífice desde sus tiempos de arzobispo de la ciudad de Buenos Aires–, y contó con la participación de fieles católicos y de dirigentes y activistas de organizaciones sociales, gremiales y religiosas.
“Que nadie apague la luz de la esperanza. El Pueblo con Francisco. ¡Viva Francisco!”, escribió luego de la marcha el referente de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), quien días antes visitó el hospital Gemelli de Roma, donde el pontífice permanece internado desde el 14 de febrero, para hacerle llegar una carta manuscrita. “Francisco realiza una obra de amor por nuestros pueblos, por nuestra hermana madre tierra, por todo lo que es noble, por todo lo que es frágil… ahora que él pasa un momento de fragilidad, nuestro deber es pagar ese amor con amor”, convocó Grabois.
La movilización de varias cuadras, en silencio y con velas y antorchas, partió desde el Obelisco y concluyó en la Catedral metropolitana, donde se realizó una misa en honor al Papa, que terminó con la multitud cantando “Francisco / querido / el pueblo está contigo”. Antes, los manifestantes habían dejado sus velas en Plaza de Mayo.
Entre los dirigentes presentes estuvieron los diputados Itai Hagman, Natalia Zaracho, Paula Penacca y Eduardo Valdez, además de las intendentas Mayra Mendoza (Quilmes) y Mariel Fernández (Moreno).