Los expulsados de Trump en Argentina 

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Finalmente en la madrugada de este jueves arribó a la Argentina el primer vuelo con deportados desde los Estados Unidos. Se trata de diez personas que en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza se reencontraron con sus familiares. Mario Luciano Robles, uno de los deportados de 25 años, aseguró poco después de arribar a la Argentina que “no somos criminales, no matamos ni violamos. Fuimos por el sueño americano solamente”.

Los diez argentinos deportados llegaron al país en un Boeing 767-300 de la empresa Omni Air International, alquilado por el gobierno de Donald Trump. La mitad de ellos no tiene antecedentes penales, pero la deportación se decidió al margen de esa cuestión: Washington priorizó la condición de inmigrantes ilegales.

Luego de descender del avión, varios de los deportados hablaron con la prensa. De esta manera, Robles contó que fue detenido hace poco más de un mes en Texas, tras haber cruzado a Estados Unidos desde México. El joven indicó que “en México está mi esposa y mi hija, que es lo que más amo y quiero en este mundo. Ahora quiero estar con mi familia, está complicado estar lejos de ellos, estar rodeado de gente buena”,

Otro de los deportados es Maximiliano García que fue detenido mientras realizaba un trámite en la oficina de Inmigración de Orlando. “Es extraño estar detenido en una situación tan inusual, porque esta gestión de Trump es una página negra dentro de la historia gloriosa de Estados Unidos. A los ojos de ellos nosotros somos criminales”, afirmó García que había llegado en 2001.

Según la información que trascendió, quienes regresaron al país sin antecedentes penales, además de García y Robles, Sandra Márquez, Ernesto Núñez y Juan Francisco Rojas. Es decir, su expulsión fue decidida solo por la condición irregular de permanencia en ese país.

Por su parte, otros cinco deportados poseen antecedentes penales. Daniel Rodrigo Céspedes (30) tiene antecedentes por robo; Luciana Lorena Lopresti (30) arrastra una causa por agresión, Marcos Ontivero (49) fue encausado por procurar prostitución, Pablo Ridolfo (21) tiene antecedentes por delitos contra el orden público, y Rodolfo Valor (55), una causa por tráfico.

El vuelo despegó de Texas y tuvo escalas en Louisiana, Bogotá, Colombia, y Belo Horizonte, Brasil, antes de llegar a Ezeiza. No es la primera deportación que se produce desde la primera potencia mundial: en los casos anteriores, los regresos habían sido en vuelos comerciales y con custodia policial. Esta fue la primera deportación en un avión especialmente fletado. No fue un viaje placentero. De hecho uno de los deportados afirmó poco después de salir del aeropuerto de Ezeiza que “no nos dieron asistencia, ningún dinero, nada”.

El gobierno de Trump organiza uno de estos vuelos por semana y ya han habido 1900 personas de origen brasileño que fueron llevadas hasta Belo Horizonte o Fortaleza en 21 viajes a la fecha. Los vuelos se organizan para repatriar a inmigrantes ilegales y “el número argentino es infinitésimo” según el embajador en Washington, Alejandro Oxenford. “Es una potestad de cada país decidir qué hacer con las personas que violan la ley dentro de su territorio”, añadió. 

 

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