Gremios docentes, no docentes y estudiantes de la Universidad de Buenos Aires (UBA) volvieron a las calles contra el ajuste del gobierno de Javier Milei en el educación pública superior y marcharon hasta el Palacio Pizzurno para reclamar por la recuperación salarial, la apertura de las paritarias libres y el aumento en las becas. Según los organizadores, participaron alrededor de 8000 personas que llegaron hasta la sede de la Secretaría de Educación para seguir con el plan de lucha contra la motosierra de La Libertad Avanza, que mañana continúa con un paro de 24 horas.
Una hilera de más de cinco cuadras unió la Plaza Houssay, frente a la Facultad de Medicina, con el Palacio Pizzurno, para reclamarle al secretario de Educación, Carlos Torrendell, y al subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, que terminen con la erosión de la enseñanza pública. “Estamos peor que el año pasado”, le dijo a Página/12 Emiliano Cagnacci, secretario general de Asociación de Docentes de la Universidad de Buenos Aires (ADUBA), que fue uno de los gremios convocantes, junto al sindicato no docente APUBA, la federación de docentes (FEDUBA) y la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), que alertaron que la situación salarial es insostenible con una pérdida histórica del poder adquisitivo de más de un 40 por ciento desde que asumió Javier Milei.
Después de un 2024 convulsionado, con dos grandes movilizaciones y tomas en todo el país, la comunidad universitaria está volviendo a la calle porque el Gobierno persiste con el ahogamiento presupuestario. La consigna “En defensa de la Universidad pública: por nuestro presente, por nuestro futuro” resumió los cinco principales puntos de la medida de ayer: recuperación de los salarios, apertura de paritarias libres, el cumplimiento de los convenios colectivos de trabajo, el aumento del monto y cantidad de becas estudiantiles y la sanción de una Ley de Financiamiento Universitario, que el Presidente vetó en 2024. “El año pasado el Gobierno te llamaba a la discusión paritaria y te sentaba a la mesa, el problema era que se transformaba en un monólogo y otorgaba lo que le parecía sin llegar a un punto medio de acuerdo. Pero este año ni siquiera hacen la pantomima de llamarnos a una discusión paritaria y otorgan directamente por resolución ministerial”, explicó Cagnacci.
Desde los gremios indicaron que desde que arrancó el año, la inflación fue mucho mayor, más del doble, que el aumento que recibieron: para marzo, abril y mayo el Gobierno dio un incremento de un 1.3 por ciento por mes mientras que la inflación fue de 3,7 por ciento en marzo y en abril 2.8. “Estamos peor en los salarios, pero también en presupuesto universitario y, en el caso de la UBA, no se han recibido las partidas en salud”, agregó el gremialista en referencia a los seis hospitales escuela que tiene la institución. Además, indicó que las partidas no tuvieron ningún incremento en contraposición con lo que pasó con los costos de los insumos para el funcionamiento.
Por su parte, el secretario Adjunto de de la Federación Argentina del Trabajador de las Universidades Nacionales (Fatun) y miembro de la comisión directiva de Apuba, Jorge Anró, dijo que “La situación es realmente agobiante” y coincidió en el diagnóstico sobre que este año es peor. “No solo no se recuperó el salario docente y no docente, que estuvo en diciembre un deterioro del 70 por ciento, sino que las becas estudiantiles siguen congeladas, los programas especiales de ciencia, tecnología e investigación no se han reeditado y el presupuesto de funcionamiento está quieto a mayo del año pasado”, le dijo a Página/12.
La idea de la movilización es también interpelar más allá de la comunidad universitaria y lograr el apoyo de diversos sectores de la sociedad como pasó en 2024. “Tenemos que hacer entender que no existe la posibilidad de tener un país fuerte y desarrollado sin una universidad pública que esté a la altura de los acontecimientos. También decirle a nuestro pueblo que la universidad es de toda la población, que es el futuro y la ilusión de poder tener un hijo que progrese en la vida y pueda estudiar; si le quitan esa posibilidad, le quitan la ilusión y eso es quitarle todo”, agregó Anró.
Incluso, la UBA adhirió institucionalmente y el Consejo Superior emitió una resolución en la que habla de “la emergencia en materia salarial, incluyendo los profesionales de la salud y las tareas vinculadas a investigación y extensión universitaria” con el grave impacto en las “funciones básicas de enseñanza, investigación, asistencial y de extensión universitaria”. Además, el Consejo alertó sobre el fuerte deterioro del sistema científico y tecnológico nacional generado por los recortes en programas de becas y el vaciamiento de organismos.
Los estudiantes también se sumaron a través de la convocatoria de la FUBA porque entienden que el magro salario de los y las trabajadoras también afecta a su educación. “Hay renuncias y pedidos de licencia por parte tanto de docentes como de no docentes”, describió la secretaria general adjunta de AGD UBA, Ileana Celotto. “Hoy estamos planteando una recomposición del 40 por ciento y todo este ajuste brutal se está sintiendo dentro de los equipos docentes de investigación y de extensión. Los estudiantes también lo sienten porque ha habido menos oferta horaria”, le dijo a Página/12. Agregó que “la bronca que hay por abajo es muy fuerte” y contó que desde su sector impulsan una marcha nacional para mitad de junio, con epicentro en Plaza de Mayo y réplicas en todas las grandes plazas y universidades del país, que esté precedida por jornadas de clases públicas, paros y diferentes acciones que ayuden a instalarla.
La UBA continúa con el plan de lucha este viernes con un paro de 24 horas convocado por las federaciones. Los docentes nucleados en CTERA, en tanto, realizaron su propio paro nacional este jueves, con suspensión total de actividades y movilizaciones en distintos puntos del país, incluida la Ciudad de Buenos Aires, en reclamo de una convocatoria urgente a la paritaria nacional docente y la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), eliminado por el Gobierno. Mientras que las y los docentes organizados en la Conadu Histórica completaron esta semana un paro nacional de 48 horas en reclamo de la reapertura de paritarias y recomposición salarial.