Con el dólar rompiendo el techo diseñado por el Gobierno y el riesgo país arriba de los 1400 puntos, el presidente Javier Milei dio un discurso de campaña en la Bolsa de Comerció de Córdoba en el que prometió más desregulación económica y una reforma laboral. Al hablar de llevar a la Argentina “a la tierra prometida”, Milei eligió compararse con el gobierno de la Alianza de Fernando De La Rúa y el caso de corrupción que marcó el principio del fin de ese gobierno, la recordada Ley Banelco.
En un discurso que cerró filas con la decisión de culpar a la oposición por una supuesta desestabilzación política, Milei apuntó contra el Congreso, el “partido del Estado” y los gobernadores, pero confió en que por “principio de revelación” el 26 de octubre “se pintará el mapa de violeta”. Para quienes lo voten prometió más desregulación económica y una reforma laboral, pedidos que llegan más desde el FMI que desde el electorado.
El giro discursivo del presidente, cuando las denuncias por corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad dañaron su imagen como nunca antes en su gestión, fue sorpresivo. “Cuando le empezaron a torpedear el barco a De la Rúa fue porque quiso hacer la reforma laboral”, sostuvo Milei y continuó: “No sea cosa que los que están torpedeando atrás sean los mismos. No van a poder parar el cambio”. En un curioso paralelismo, Milei defendió una decisión antipopular como la reforma laboral e intentó manchar a la oposición por la aprobación de la Ley Banelco, un caso de corrupción del gobierno de De la Rúa que terminó con la renuncia del vicepresidente Carlos “Chacho” Álvarez, recambios en el Gabinete y el ascenso de dos figuras que hoy el presidente tiene en su gabinete: Patricia Bullrich y Federico Sturzenegger.