El jefe del Comando Sur de Estados Unidos, Alvin Holsey, vuelve a la Argentina en una visita de tres días para volver a reunirse con las autoridades del Ministerio de Defensa y el Ejército y encabezar la conferencia regional de seguridad Southdec, con nombre en inglés y patrocinada por la Argentina. Será la segunda visita de Hosley, tras su primer gira a fines de abril, y se produce tras el anuncio de Estados Unidos del despliegue de 4.000 infantes de Marina en los mares que rodean América Latina.
El comunicado de la Embajada de Estados Unidos en Argentina destacó que la nueva visita de Hosley “refuerza el compromiso permanente de fortalecer la asociación estratégica entre ambas naciones” para promover “la democracia, la seguridad y la prosperidad en la región”. Esta vez, la agenda de Hosley no contempla, al menos en los papeles, un encuentro con el presidente Javier Milei sino que se centrará en la estrategia lanzada por Estados Unidos respecto de un mayor control de las aguas marítimas.
Hosley, al igual que la anterio jefa del Comando Sur Laura Richardson, viajó en su primera visita a la Argentina a la Área Naval Austral junto a Dressel, ubicado en Ushuaia, donde Estados Unidos pretende instalar una base militar para controlar el paso estratégico del canal de Beagel, dentro de su política para aislar a China del continente.
Según el comunicado de la embajada, la visita de Hosley estará centrada en reuniones bilaterales con el brigadier general Xavier Isaac, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Argentina, con quien encabezará la Conferencia Sudamericana de Defensa (SOUTHDEC), con referentes de defensa de Sudamérica y Europa para dialogar sobre “los esfuerzos regionales de cooperación para afrontar los desafíos de seguridad del siglo XXI”.
En particular, la conferencia incluirá sesiones plenarias sobre “el fortalecimiento de la vigilancia del dominio marítimo, así como el apoyo de las Fuerzas Armadas a las fuerzas de seguridad en la lucha contra organizaciones criminales transnacionales”, señaló la Embajada de Estados Unidos.
La semana pasada, las Fuerzas Armadas norteamericanas anunciaron el despliegue de 4.000 infantes de Marina y marineros en los mares de América Latina y el Caribe, con el argumento de ser parte de una estrategia para combatir a los cárteles de droga que “amenazan la seguridad nacional estadounidense”.
El despliegue contempla poner a patrullar al Iwo Jima Amphibious Ready Group (ARG, por sus siglas en inglés) y a la 22 Unidad Expedicionaria de Marines (MEU) como parte de un reposicionamiento de la fuerza militar liderada por Housley. Además, se le asignó al Comando Sur un submarino de ataque de propulsión nuclear, aviones de reconocimiento P8 Poseidon, varios destructores y un crucero lanzamisiles, según informaron funcionarios norteamericanos.
Tras la primera visita de Housley a la Argentina, el ministro de Defensa y flamante candidato a diputado, Luis Petri, aseguró que la relación con Estados Unidos vive “una etapa de gran sintonía y entendimiento” y valoró la “agenda común que incluye seguridad, economía, defensa y lucha contra el terrorismo”.