Al Gobierno Nacional no le alcanzó con acusar de espionaje ilegal a Rusia, Venezuela, Bolivia y la AFA por la filtración de audios. Ahora también quiere que se investigue al canal de streaming uruguayo “Dopamina“, que puso al aire la semana pasada una grabación atribuida a Karina Milei, donde parece referirse al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. No es que diga algo penalmente relevante –como pasó con la conversación que salió a la luz de Diego Spagnuolo, el extituar de Andis, que hablaba de coimas– pero el objetivo insistente es disuadir la publicación de cualquier información y victimizarse frente al gran problema hacia que implica hacia adentro del oficialismo que aparezcan estos registros.
La nueva denuncia en Comodoro Py pretende ampliar la original, que quedó en manos del fiscal Carlos Stornelli, quien ya impulsó medidas contra Carnaval Stream y Data Clave, los primeros que habían mostrado audios tanto ligados a Spagnulo como a la hermana del presidente Javier Milei. Otra vez quien se presenta es el Ministerio de Seguridad. Lo que había hecho “Dopamina” fue mostrar, desde afuera del territorio argentino, más audios que una medida cautelar dictada en otro fuero, por el juez en lo civil y comercial Alejandro Maraniello, impedía difundir a pedido de Karina. Los periodistas de Carnaval y Data Clave Mauro Federico e Ivy Cángaro habían informado que además del audio de la secretaria de la presidencia que decía que tenían que estar “unidos”, había más, unos 50 minutos de grabación. La respuesta del juez –que tiene ocho denuncias en el Consejo de la Magistratura, cinco por acoso laboral y sexual, y ahora sumó otras pos fallo– fue la censura previa.
Qué dice el gobierno
El dictamen de Stornelli que dio inicio a la causa fue un claro respaldo a la denuncia del gobierno, aunque no quiso allanar la de ningún periodista (algo que sería abiertamente inconstitucional). Decía que buscaría “develar” “una trama más amplia, que involucra a la oposición kirchnerista en una campaña de desinformación para derrocar al gobierno'”. En función de eso señalaba que no sólo apuntaba a los audios de Karina Milei sino a otros, en obvia referencia a los de Spagnuolo, que ya motivaron una causa penal que tramita en otra fiscalía, la de Franco Picardi, por posibles sobornos, el verdadero dolor de cabeza para el gobierno que Stornelli amaga con empiojar. En ese expediente están las miradas puestas en los celulares no sólo de Spagnuolo (que no tendría demasiado contenido) sino de los dueños de la droguería Suizo Argentina y de Daniel Garbellini, quien se ocupaban en Andis de las contrataciones de programas como Incluir Salud. Pero también se estudian facturas y expedientes administrativos.
La nueva presentación del ministerio de Patricia Bullrich que apunta contra el streaming uruguayo le endilga haber “difundido un nuevo audio, que también habría sido obtenido en forma clandestina e ilegal”, que es atribuido a la secretaria presidencial, Karina Milei, “que mencionaría al Dr. Martín A. Menem, Presidente de la Cámara de Diputados”. Agrega que no pueden afirmar su veracidad pero que según había posteado en “X” el propio Menem sería uno de otros encuentros que “se realizan periódicamente” con ella “para coordinar la labor parlamentaria y consolidar el trabajo legislativo de La Libertad Avanza” en línea con lo que quiere el Poder Ejecutivo. Agregaba que había un intento deliberado de “desestabilización en el marco del proceso electoral”. El argumento es que habría una organización trabajando para que los audios salgan a la luz en “episodios” a medida que se acercan las elecciones para dañar a la administración libertaria y provocar un escándalo.
El audio al que se refieren solo vendría a confirmar que la secretaria presidencial fue grabada. Lo que se la escucha decir es casi incompresible, pero en esencia dice que “hay que estar abajo de Martín”, en posible alusión a Menem, que “es el que tiene la información”. “…Yo desde mi punto de vista, desde mi punto que me toca a mí, yo respeto a Martín como ca…”, eso es lo que se puede oír. Hay que ver ahora qué hace el fiscal Stornelli.
Repercusión uruguaya
Un equipo de abogados que asesora a “Dopamina”, señaló el absurdo del planteo de la cartera de Bullrich, más allá de que no fueron notificados. Por un lado, si es por la medida cautelar, marcan que fue dictada con alcance limitado, no sólo al territorio argentino sino a la Casa Rosada, mientras que el propio Menem posteó que se refiere a una conversación que supuestamente ocurrió en Diputados. Más allá de esto, subrayan lo que hay una violación a la Constitución argentina al tratarse de un “caso de censura previa”. “Lo único que hizo nuestro medio fue difundir una pieza de interés público en solidaridad con colegas argentinos a quienes se les intentó censurar, y amparados en la libertad de prensa”, señalaron. Además, advierten que la denuncia contra periodistas de un medio uruguayos “no tiene antecedentes en la región y abre la puerta a un conflicto diplomático innecesario”. “Lo que se refleja es más bien un reflejo de incomodidad política que un planteo jurídico serio”, dijeron.
A la par, dirigentes de todo el arco político del país vecino salieron a apoyar y solidarizarse con el streaming. Diego Riveiro González, diputado del partido colorado, expresó abiertamente su “respaldo” a “Dopamina” y al periodista Marcos Casas. “Como decía Don Frutos Rivera en 1838: “Las producciones de la imprenta libre son el freno de los malos mandatarios, la recompensa mejor de los que gobiernan bien y el vehículo más seguro para derramar la ilustración y educar a los pueblos”.
El senador del Partido Nacional, Sebastián Da Silva, tuiteó: “Acá en este país se defiende la libertad de expresión. Mi partido ha dejado la vía por la libertad. No aceptamos de nadie un cercenamiento de de la misma. El periodismo está para complicarnos la vida a los políticos y eso a mí me encanta”. Sebastián Sabini, senador del Frente Amplio, también compartió en “X” su “solidaridad”: “La libertad de prensa (no) avanza: distópica y absurda denuncia, como la época que nos toca vivir”.