En estos días la fundación ultraderechista Libertad y Progreso (LyP) ha publicado un artículo en el que intentan difamar al CONICET proponiendo finalmente algo parecido a su disolución.
Ante todo debo decir que a lo largo de mi historia profesional me he desempeñado en centros de investigación y desarrollo (I+D) tanto académicos como industriales privados y públicos: fui research assistant durante mi doctorado en MIT, trabajé en un spin-off ingenieril de MIT en Boston, ya en el país fui director general del centro de investigación industrial de TENARIS, donde trabajé 22 años, posteriormente y durante 14 años desde mi consultora trabajé en proyectos de INVAP, de TENARIS y de Y-TEC entre otros y finalmente fui gerente general de Y-TEC hasta el advenimiento del gobierno libertario que es cuando renuncié. Presento un resumen de mi CV para que se entienda que la actividad de I+D, en particular su aplicación en temas de desarrollo tecnológico fue y es mi ocupación diaria.
Durante todas las funciones profesionales que desempeñé tanto en EE.UU. como en el país no he encontrado un instituto con la capacidad innovadora y el empuje de Y-TEC del cual el CONICET es propietario del 49%. Y-TEC no solo trabajaba con los investigadores, becarios y CPA de CONICET que tenían su lugar de trabajo en el edificio de Berisso, sino que además trabajaba con más de 130 investigadores, becarios y CPA de CONICET que participaban en los proyectos de Y-TEC desde sus unidades ejecutoras.
Tal como se planificó al fundarse Y-TEC en el año 2012, por decisión de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Y-TEC se convirtió en el indispensable organismo científico-tecnológico de YPF.
Presentadas mis credenciales habilitantes, me permito una lectura rápida del artículo de LyP señalando algunos de los puntos que el documento contiene.
Ante todo, hay una desacreditación de las ciencias sociales que atraviesa todo el documento; acá debo ser sincero y aceptar que algunos de los títulos que usan los investigadores en ciencias sociales, a un ingeniero muy estructurado como yo le generan por lo menos prevención… pero personalmente no me permito ser tan mediocre como para juzgar un trabajo de investigación leyendo solamente el título; les recomiendo a los libertarios que si van a defenestrar el trabajo de investigadores lean más que los títulos. Por otro lado, los problemas sociales en nuestro país requieren de mucho trabajo académico para entenderlos y encontrar soluciones y esa es una de las funciones del CONICET.
Los libertarios escriben: “no obstante, a pesar de contar con una comunidad científica considerable y un financiamiento estatal significativo, el país no logra traducir estas inversiones en resultados palpables para la economía. En gran medida, esto sucede porque las investigaciones desarrolladas hasta ahora han estado mayormente desvinculadas de las demandas del sector productivo privado”. En realidad, salvo excepciones como por ejemplo YPF, Y-TEC o INVAP, el esquema neocolonial en el que se inscribe el sistema productivo argentino hace que productivamente seamos dependientes de corporaciones extranjeras, las que solamente están interesadas en producir en el país partes de sus cadenas de valor. Estas corporaciones extranjeras, como es lógico para ellas, desarrollan los procesos de I+D en sus headquarters y en las universidades de los países en los que están localizados dichos headquarters sin recurrir a nuestro sistema nacional de CyT.
Más adelante insisten y dicen: “la elevada participación del Estado como conductor del desarrollo científico tecnológico nacional ha resultado infructuosa. En total, Argentina registra 3.137 patentes ante la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), un número que palidece frente a las 16.867 de Brasil, y resulta insignificante frente a los varios millones que registran países como Alemania, China, Japón y Estados Unidos” Claramente los escribas libertarios están tan desvinculados de la realidad productiva argentina que no entienden que muchas veces la innovación en nuestro país pasa por una sustitución “inteligente” de importaciones … y eso no es patentable.
Tan poco entienden del tema sobre el que pontifican que dicen que el CONICET “sostiene la formación de recursos humanos sin asegurar su inserción en el sector productivo” … la realidad, que evidentemente ignoran, es que la demanda de RRHH no puede ser anterior a la formación por los tiempos que requiere la formación de un investigador: unos 5 años de universidad para obtener el título de grado, unos 6 años de doctorado más 4 años de posdoctorado; ahí recién tenemos un investigador joven que los primeros años deberá trabajar con la dirección de un investigador formado.
Otra anotación, reiteradamente confunden a los CPA, que cumplen una función netamente técnica, con empleados administrativos … no conocen y mucho menos entienden.
Obviamente LyP despotrica contra el trabajo en temas de Memoria y de Diversidad… pero eso es esperable.
Como propuesta escriben: “proponemos eliminar las Carreras de Investigador Científico y de Personal de Apoyo y sustituirlas por un esquema en que los investigadores trabajen por proyectos” es decir, proponen que los actuales investigadores y técnicos se desenvuelvan en un medio de incertidumbre permanente, lo que los destruiría personal y científicamente. En EE.UU., país al que admiran, el trabajo científico se centra en sus universidades las que, precisamente para evitar la incertidumbre, tienen un sistema de tenior en el que los investigadores-profesores si al cabo de siete años de trabajo han tenido un desempeño que la universidad de pertenencia juzga aceptable son confirmados en sus puestos de por vida.
El documento de LyP sobre CONICET no solo parte del desconocimiento de como funciona el mundo en temas de CyT, sino que, además, incluye el desconocimiento del sector productivo nacional.
* Profesor Emérito de la UBA