Dos estudiantes del Colegio Guadalupe, ubicado en el barrio porteño de Palermo, permanecen internados luego de la explosión ocurrida durante una feria de ciencias el pasado miércoles. Uno de ellos se encuentra en estado reservado.
Según fuentes del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, el adolescente más comprometido está siendo atendido en el Hospital Gutiérrez, mientras que el otro fue trasladado al Hospital de Quemados, donde se encuentra estable y con atención especializada.
El hecho conmocionó a la comunidad educativa del colegio ubicado en Paraguay 3925, donde durante una demostración científica se manipulaban alcohol y fuego, elementos que terminaron generando una explosión. En total, cinco menores resultaron heridos, cuatro de los cuales debieron ser trasladados a distintos hospitales de la Ciudad. Uno de los estudiantes ya fue dado de alta, mientras que los demás continúan bajo seguimiento médico.
Este accidente se produjo a menos de una semana de un hecho similar en una feria de ciencias en la localidad de Rancagua, donde una alumna también sufrió graves quemaduras y aún permanece internada en el Hospital Garrahan.Cómo fue la explosión en el Colegio GuadalupeDe acuerdo con las primeras reconstrucciones, un alumno de 16 años le arrojó alcohol a un mechero que estaba por apagarse, lo que provocó una reacción inmediata y una explosión que alcanzó a varios de los presentes. El adolescente sufrió quemaduras severas en todo el cuerpo, mientras que otros dos compañeros resultaron afectados por las llamas.
El incidente se produjo en un salón cerrado, en presencia de docentes, alumnos y padres que participaban de la actividad escolar. Las autoridades educativas activaron el protocolo de emergencia y llamaron a los servicios de salud y bomberos, que acudieron de inmediato al establecimiento. Desde entonces, el colegio permanece bajo investigación judicial para determinar responsabilidades.
Avanza la investigación judicial
La Fiscalía PCyF N°5, a cargo de Miguel Ángel Kessler, tomó intervención en la causa e instruyó una serie de medidas de prueba. Personal de la Comisaría 14B se encuentra recabando testimonios de los adultos presentes, incluidos padres y docentes, para determinar cuántos profesores estaban a cargo de la feria y dónde se encontraban al momento del accidente.
La investigación apunta a establecer si existió una omisión del deber de cuidado, al permitir que un estudiante manipulara elementos inflamables sin supervisión directa. De comprobarse esa hipótesis, podría configurarse una imputación por lesiones culposas. Además, la fiscalía busca determinar si el experimento que causó la explosión era el único con riesgo potencial o si había otros que también implicaban el uso de materiales peligrosos. Mientras tanto, familiares y docentes del colegio aguardan la evolución de los adolescentes heridos y reclaman protocolos más estrictos de seguridad escolar, para evitar que un hecho similar vuelva a repetirse.