Celebrar para seguir buscando 

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Un cumpleaños con mucha emoción, con palabras de amor, música y hasta baile. Una feliz foto de familia ampliada, muy familiar pero también pública. Una celebración, a pesar de todo, y la convicción de que habrá muchas más. Las Abuelas festejaron sus 48 años de vida, y fue un verdadero fiestón. Al evento por los 48 años del nacimiento de Abuelas, el martes en el Complejo C Art Media de Chacarita, se sumó por primera vez la entrega de premios que eligieron llamar “Abridores y abridoras de caminos“. 

Los recibieron personas y colectivos que tuvieron mucho que ver con estos 48 años de historia: las Madres de Plaza de Mayo, compañeras de lucha y de camino de las Abuelas. El médico genetista Víctor Penchaszadeh, uno de los creadores del “índice de abuelidad”, que hizo posible las revolucionarias pruebas genéticas que permitirían encontrar nietos. El colectivo artístico y político Teatro por la Identidad. También el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel; el director y guionista Luis Puenzo; el dibujante e historietista de Página/12 Miguel Rep; y León Gieco, que puso su voz al cierre con todos y todas en el escenario entonando “Como la cigarra”. 

Hubo otro premio sorpresa, que marcó otro momento emocionante: le dieron un reconocimiento también a la propia Estela de Carlotto, y quien se lo entregó fue Paula Inama, la nieta 139, una de los tres que restituyeron su identidad este año. 

El primer aplauso de la noche fue, claro, para la llegada de las Abuelas y de las Madres: Estela, y junto a ella otras incansables, las Madres Taty Almeida, Carmen Lareu y Clara Weinstein. Hubo muchos otros aplausos a lo largo de la noche, y muchas más lágrimas de emoción. Como las que vertió abrazada a Estela Adriana Metz, responsable de la filial de Abuelas Mar del Plata, que este año encontró a su hermano, el nieto 140, el último recuperado. 

Gracias por ser Abuelas” y “Soy de Abuelas“, fueron los lemas con que se entregaron los reconocimientos y se encaró la celebración. “Todo este gran equipo de gente somos las Abuelas. A veces hay desazón pero seguimos adelante. Y a veces hubo y hay miedo, pero no nos importa un bledo”, alzó la voz Estela, antes de la foto final. Volvió a instar a quellos y aquellas que sospechan sobre su identidad y no se animan a dar el paso, a acercarse a Abuelas. 

“Canto desde los 7 años y me han pasado muchas cosas maravillosas, he compuesto muchas canciones, he grabado 50 discos, hasta he tenido el honor de bailar con Estela en un video”, comenzó Gieco. –“¡Y no te cobré!”, retrucó Estela, rápida. 

“Entre todas las cosas grandes que me han pasado en la vida, la más grande, el honor más grande que he recibido en mi vida, es que las Abuelas y las Madres me hayan sumado en el camino de su lucha”, agradeció el cantautor. 

Compartió luego junto a Lito Vitale “Cinco siglos igual”. Hubo más música en el cumpleaños: de Hilda Lizarazu, Victoria Birchner y José Torelli en guitarra. Y de Los Amados, que pusieron a bailar literalmente a muchos y muchas con todo el swing de sus “clásicos maraviliosos”.

Encuentros y reencuentros

Entre otros invitados, estuvieron el senador Wado de Pedro, los diputados Hugo Yasky, Daniel Arroyo, Victoria Tolosa Paz, la legisladora porteña Victoria Montenegro. También Horacio Pietragalla, Daniel Filmus, Juan Cabandié, el presidente de Banco Provincia, Juan Cuattromo.

En el ingreso, Esteban Herrera bromeaba con que Rep se había inspirado en él para el dibujo que representa este aniversario, tres personas con las camisetas “Soy de Abuelas”, una de ellos, pelado y de barbita como él. Con su sonrisa de siempre se abrazaba y posaba para las fotos con Miguel “Tano” Santucho, quien al igual que Esteban, es miembro de la Comisión Directiva de Abuelas (el primero busca a su hermano; el segundo ya lo encontró). Se sumaban a los abrazos y a las fotos otros integrantes: el nieto recuperado Juan Pablo Moyano, las tías Gladys Zalazar y María Landaburu; también el nieto restituido Guillermo Amarilla Molfina. 

A Rep lo presentaron como “un amigo de las Abuelas, que dibuja en una remera, en un mensuario, en una imagen para redes, está siempre que lo necesitamos”. “Está bueno el título de ‘Abridores’, ojalá haya una escuela de Abridores, porque intuyo que se viene una escuela muy grande de ‘cerradores’, advirtió el historietista. Propuso, ya que el Nobel de la Paz a las Abuelas no se dio, que la academia sueca “se ponga las pilas e inaugure un Premio Nobel del Amor para las Abuelas, porque el de la Paz, está raro”, dijo mostrando una remera alusiva.

Manuel Goncalves y Leonardo Fossati fueron, como siempre en estos eventos, los anfitriones que dieron pie al evento que, también como todos los años, incluyó un video que recordó a personas destacadas que partieron este año, incluidas el Papa Francisco, Laura Conte, Vera Jarach, Rosa Roisinblit, la Madre Enriqueta Marioni.

Estela subió primero al escenario para entregar a los artistas que participaron “el símbolo más fuerte, más hermoso, más poderoso que tiene este país, el pañuelo blanco”, dedicó Goncalvez. Y se quedó para entregar el premio Abridores de Caminos -una joya realizada por un colectivo de joyeros y joyeras argentinas- a su amigo Luis Puenzo. 

En cada entrega sonaba la música creada especialmente para la ceremonia por Ignacio Montoya Carlotto.

Puenzo subió a recibir el premio con sus nietos y nietas y recordó cómo conoció a Estela, “cuando la fuimos a ver con Aída (Bortnik)” para hacer la película ganadora del Oscar, La historia oficial. “Estábamos en el 82, después de la Guerra de Malvinas, y nos parecía con mucha ingenuidad que en quince años iba a cambiar todo. Pasaron más de 40 años y todavía tenemos que aprender que las cosas son mucho más lentas”, reflexionó.  

Recordó también cuando Estela fue al set de filmación, con Rosa Roisinblit, a llevar las fotos y fichas reales de desaparecidos que el personaje de Norma Aleandro miraría en el film, en la escena de su búsqueda, y que quedaron en el poster de la película. “Pienso ahora que la película es también documental, porque incluye esos fragmento reales”, advirtió. Dedicó entonces el premio “a todos esos chicos y chicas que están en esa foto, que son reales”. Debajo del escenario lo acompañaban también los asistentes de dirección y de fotografía de la película ganadora del Oscar.

Seguir sonriendo

Los integrantes de Teatro por la Identidad recordaron que el grupo nació hace 25 años, de la mano de Daniel Fanego, y que siguen “buscando nuevas formas de buscar”. “Hasta que aparezca el último nieto o nieta estaremos arriba del escenario”, aseguraron. Junto a ellos celebró María Santa Cruz, distinguida por las Abuelas como “Abuela Honoraria”, porque hace 38 años que las acompaña en la institución.

“Somos aprendices de la vida”, sintetizó Adolfo Pérez Esquivel. “Hemos aprendido a caminar, a ver, a pensar y a resistir, a pesar de todo. Nos ha llegado el oscurantismo, nos llegó la represión. Hoy estuve con los jubilados, los están persiguiendo uno por uno en sus casas, como en otras épocas. Volvemos a repetir el drama que vivimos. Pero también aprendimos a resistir y a no perder la fuerza de la esperanza”, repasó. 

“Hemos caminado juntos toda la vida, tratando de compartir las luchas de los pueblos, y aprendimos que no tenemos que perder nunca la sonrisa. El dia que perdamos la sonrisa, es porque nos vencieron. ¡Y eso, nunca!”, arengó. 

 

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