La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, presentó este jueves la reforma del código penal, acompañada por el presidente Javier Milei, en un acto que se realizó en la cárcel de Ezeiza. Del evento participó también el cuestionado legislador libertario y primer candidato a diputado por la lista La Libertad Avanza, José Luis Espert, pero fue relegado a la tribuna y apenas apareció en la transmisión oficial.
El proyecto de reforma del Código Penal, bautizado como “plan de tolerancia cero”, apunta a tres ejes: reducir la edad de imputabilidad, acelerar los procesos judiciales y endurecer las penas. Detrás de las medidas, el acto buscó reforzar la imagen del gobierno ante su núcleo duro, en un contexto marcado las críticas a la gestión de la ministra, candidata al Senado por la lista oficialista.
Los cambios que impulsa Milei en el Código Penal: endurecimiento de penas, nuevos delitos y castigos a funcionarios
En la presentación, Bullrich subrayó que la reforma del código penal no solo actualiza una normativa centenaria, sino que también amplía el catálogo de delitos. El proyecto agrava penas ya existentes y establece castigos más severos para homicidios, delitos cometidos por barras bravas y organizaciones mafiosas. Entre las principales modificaciones se destacan: la portación de armas de fuego o blancas como delitos no excarcelables, el refuerzo de la protección a las fuerzas de seguridad para que “no sean tratados como victimarios cuando cumplen con su deber”, y el endurecimiento de sanciones para delitos como hurto (pena de 3 años), robo, entraderas, estafas piramidales y las llamadas “viudas negras”. También se incorpora la usurpación dentro de los delitos a perseguir con mayor severidad. En su exposición, la ministra incluyó un apartado especial para los funcionarios públicos: “el que roba, va en cana”, afirmó en una frase que sonó a slogan.
Unidad forzada: Espert relegado a la tribuna
Entre los invitados estuvo José Luis Espert, pero su participación fue casi decorativa. En la transmisión oficial no fue enfocado por las cámaras y quedó relegado a la tribuna, más como parte de la escenografía que como aliado político. La incomodidad era evidente: apenas un día antes, la propia Bullrich le había pedido públicamente que aclarara sus presuntos contactos con un líder narco detenido en Río Negro. Esa tensión flotó en el acto y convirtió su presencia en un gesto calculado, más destinado a la foto de unidad que a mostrar un verdadero respaldo.
Milei refuerza la campaña con medidas duras
El presidente insistió en que años de garantismo limitaron la acción policial y defendió las reformas como necesarias para “una sociedad segura para los argentinos de bien”. Remarcó que su implementación depende del Congreso e instó a que en las próximas legislativas los ciudadanos elijan diputados que acompañen este proyecto, subrayando que solo así podrá avanzar el plan oficial.