Con un cierre de año más estable, los especialistas recomiendan distintas estrategias en pesos y dólares para hacer rendir la segunda cuota del SAC.
La segunda cuota del aguinaldo llega cada diciembre como un alivio para trabajadores y jubilados, pero también como una oportunidad para reforzar el ahorro y planificar el año próximo. En un cierre de 2025 con mayor estabilidad financiera y menos restricciones cambiarias, los especialistas coinciden en que este es un buen momento para evaluar opciones más variadas que la simple compra de dólares.
Como es habitual, el dólar sigue siendo el refugio preferido, ya sea a través de bancos o del mercado MEP. Ambas vías son legales y no tienen límites de monto, aunque existe la restricción combinada: quien compra en bancos no puede operar MEP durante 90 días. Sin embargo, analistas de Cocos Capital, Banza-Adcap e Invertir Online remarcan que el escenario actual permite ampliar estrategias y buscar instrumentos que generen rendimiento extra.
Para los perfiles más conservadores, la recomendación principal es dolarizarse a través de herramientas estables y de bajo riesgo. En este grupo se destacan los fondos comunes de inversión en dólares respaldados por obligaciones negociables de empresas sólidas, así como títulos corporativos de compañías energéticas como Pampa Energía o Tecpetrol. También algunos cedears defensivos, como Coca-Cola, aparecen como una opción segura para preservar valor sin exponerse a la volatilidad.
Quienes tienen un perfil moderado pueden apuntar a una combinación equilibrada entre pesos, dólares y acciones. En este caso, los FCI con estrategias de carry en pesos —que buscan rendir por encima de la devaluación— tuvieron buen desempeño y se presentan como un complemento atractivo. A esto se suma la exposición parcial a bonos corporativos y a cedears de compañías de gran estabilidad internacional, lo que permite mejorar rendimientos sin asumir riesgos excesivos.
Por su parte, los inversores agresivos suelen orientar el aguinaldo hacia instrumentos con mayor potencial de crecimiento. Aquí aparecen los fondos de acciones argentinas, las obligaciones negociables de largo plazo en dólares y, sobre todo, los cedears de empresas globales de alto dinamismo como Meta, Spotify, Berkshire Hathaway o ETF que siguen índices internacionales. También destacan acciones locales vinculadas al sector energético, como Vista Energy, que en los últimos meses mostró un fuerte incremento en ingresos y proyecciones.
Además de estas alternativas, los fondos comunes de inversión continúan ganando terreno entre quienes buscan simplicidad y diversificación. Permiten ingresar con montos bajos, operar desde el celular y retirar el dinero cuando sea necesario, lo que los convierte en una herramienta flexible para quienes reciben el aguinaldo y quieren que ese ingreso extra rinda sin complicaciones.
En un contexto de mayor previsibilidad, el aguinaldo vuelve a posicionarse no solo como un respiro para fin de año, sino también como una oportunidad para fortalecer las finanzas personales según los objetivos, expectativas y nivel de riesgo de cada ahorrista.











