En los últimos años, la tecnología ha transformado múltiples aspectos de la vida cotidiana, desde supermercados, hasta transferencias bancarias y ahora los cajeros automáticos no han sido la excepción.
Primero, incorporaron la función “contactless“, que permite operar con tarjetas de crédito o débito sin insertarlas en la máquina. Ahora, las entidades financieras están dando un paso más al actualizar sus sistemas con tecnología NFC, lo que facilitará aún más las operaciones bancarias.
Este avance no solo agiliza los retiros de dinero, sino que también reduce el desgaste de las tarjetas físicas y mejora la seguridad, ya que evita la posibilidad de clonación mediante skimmers. Con la llegada de los pagos móviles y billeteras digitales, el uso del NFC en cajeros automáticos es un paso más hacia una banca sin contacto y completamente digital.
Por sus siglas en inglés NFC (Near Field Communication), es una tecnología de corto alcance de comunicación inalámbrica que permite la transferencia de datos entre dispositivos electrónicos. Debe haber dos dispositivos deben ser compatibles con la tecnología para que funcione: uno oficiará de “activo” y otro de “pasivo”.
En el caso de los cajeros automáticos, esta tecnología permitirá que los usuarios realicen operaciones sin necesidad de insertar una tarjeta física, utilizando únicamente su teléfono móvil o reloj inteligente.