Rosario Central volvió a celebrar un gol de Ángel Di María en su segundo partido de vuelta en el fútbol argentino pero esta vez le permitió conseguir una victoria, aunque polémica, luego de otro dudoso penal que el campeón del mundo convirtió en tanto. En el encuentro que marcó el regreso de los hinchas visitantes luego de más de 12 años sin tenerlos en las canchas, la controvertida jugada que significó el 1-0 del elenco rosarino sobre Lanús en La Fortaleza opacó el hito de volver a ver juntos a los públicos de ambas parcialidades.
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El partido, que fue parejo durante gran parte del juego, había iniciado con lindas imágenes durante la tarde en Lanús que inició el paulatino regreso de los hinchas visitantes en la Primera División. “Bienvenido al club de barrio más grande del mundo“, se leía en una bandera colgada por el público local, que tenía una imagen del ”Fideo“ besando la Copa del Mundo y le daba su bienvenida.
Antes de que los futbolistas de Rosario Central fueran a saludar a los más de seis mil hinchas que se hicieron presentes en su aventura como visitantes -en una de las escenas, sin dudas, más emotivas de esta fecha-, Di María ya había recibido el cariño de Lanús: al ingresar al campo de juego, los hinchas locales aplaudieron al campeón del mundo y hasta se vio a alguna plateísta granate hacer un corazón con sus manos, el clásico festejo de gol de Angelito, para rendirle su homenaje.
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La hinchada granate, antes del pitazo inicial, también se acordó de Lautaro Acosta, suspendido provisoriamente por duras críticas al árbitro Hernán Mastrángelo tras el debut de Lanús con derrota ante Riestra. El “Laucha, Laucha” que bajó de las tribunas antes de que iniciara el partido, sin embargo, no sería el único cantito que los locales le dedicarían indirectamente a la AFA, cuyo Tribunal de Disciplina lanzó la sanción provisoria sobre el delantero.
Habría un posterior grito de los fanáticos de Lanús dirigido al presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, que llegó luego del episodio que definió el partido: el polémico penal marcado por Andrés Merlos a los 26 minutos -tras una supuesta infracción del arquero Lucas Losada sobre Gaspar Duarte- y la expulsión del capitán granate Carlos Izquierdoz, quien vio la tarjeta roja en medio de las protestas. Di María, como hace una semana en idéntica escena, volvió a ser letal desde los doce pasos: el rosarino, quien luego declaró que el penal había sido “clarísimo”, logró con Central su primera victoria en su regreso tras 18 años al fútbol argentino.
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