​El fuego de la Copa: River y la dimensión de no haber entrado a la Libertadores 

  

Ya está. Riverya quedó fuera de los clasificados para la Copa Libertadores de 2026 hace nueve días. El triunfo de Racingante Bocaen la Bombonera cerró la última ventana entreabierta que quedaba para saltar al menos a la repesca del certamen internacional. En todo caso, la eliminación del rival de toda la vida habrá sacado una sonrisa momentánea para asumir una realidad que el colectivo riverplatense veía venir a lo lejos: ya había hecho el duelo un tiempo antes, durante el proceso por el que el propio equipo de Gallardo dejó pasar la chance de ganar una Copa Argentina accesible, su derrotero que lo dejó sin pasaje por tabla anual, su eliminación en playoffs del Clausura en el Cilindro y las caídas de Rosario Central, Lanús y Argentinos Juniors, los otros que podían darle una mano con el CABJ. La idea de volver a caer en la Sudamericana después de 11 ediciones consecutivas de Libertadores, algo que parecía imposible a principios de 2025, se fue aceptando de a poco. Pero cobra otra dimensión hoy, cuando ya están todos los clasificados del país para la Copa de 2026. Y es que en el caso de River, ver que allí estarán, además de Boca, Estudiantes, Rosario Central, Argentinos, Lanús, Platense e Independiente Rivadavia pone en una dimensión más cruda la decepción que representó lo que hasta hace muy poco no era un objetivo para el club sino una obligación de mínima. Tanto que, de hecho, cada presupuesto anual de los últimos ejercicios (y el que se aprobó en las últimas horas no fue la excepción) proyecta como base a River en los cuartos de final de las Libertadores.

El equipo de Gallardo jugará la Sudamericana en 2026. Foto: prensa RiverEl equipo de Gallardo jugará la Sudamericana en 2026. Foto: prensa River

El contraste con los clubes que sí darán presente en la máxima cita continental pone en evidencia lo que fue la última temporada: el CARP no solo tiene un presupuesto para el fútbol mucho mayor que la de todos ellos, apenas parejo con Boca, sino que la cotización de su plantel también duplica, triplica y hasta está cerca de cuadruplicar a los staffs profesionales de los de los que participarán de la edición del próximo año. Según el sitio especializado Transfermarkt, la plantilla del CARP está valuada en € 86.250.000, tres millones más que la del rival de toda la vida (83,35 M), poco menos del doble que la del último campeón Estudiantes (46,58 M), más del doble que las de Central (39,40 M) y Argentinos (37,58 M), casi el triple que la de Lanús (33,15 M) y casi cuatro veces las de Platense (27,43 M) e Independiente Rivadavia (23,88 M).

Foto: Marcelo CarrollFoto: Marcelo Carroll

Sí, es mucha diferencia como para no estar en ese grupo de equipos. Claro, el formato de torneos no ayuda a clubes como River, que en una temporada lógica tendría muchas más chances de salir campeón por sumatoria de puntos: en el fútbol argentino actual, ninguno de los cuatro finalistas del Apertura (Huracán y Platense) ni del Clausura (Estudiantes y Racing) hicieron una campaña de Libertadores por tabla anual. Y no solo eso: solo uno de ellos, la Academia, hizo una faena acumulada de Copa Sudamericana.

En todo caso, más allá de que el atajo de la clasificación global habría sido pan comido no perdía hacia el final de la fase regular partidos inadmisibles en casa como con Deportivo Riestra, Sarmiento o Gimnasia (el equipo del Muñeco quedó a cuatro puntos de Argentinos en esa tabla y solo en esos tres duelos en el Liberti sacó cero sobre nueve), lo que expone el año de River es un déficit dramático en los cruces mano a mano, acaso el punto más fuerte de los equipos del Muñeco en su primer ciclo: con este modelo de competencia que estableció la actual conducción de AFA, y salvo por el nuevo y polémico título que retroactivamente se le entregó a Central por haber sumado más puntos en la anual, todas las demás estrellas se definen con formato de playoffs a partido único.

River, out de la CL 2026. Foto Marcelo CarrollRiver, out de la CL 2026. Foto Marcelo Carroll

Allí falló River todo el año, en los partidos importantes que no ofrecen margen de error. Una decepción que, puesta en perspectiva para una gestión que gastó poco más de u$s 70.000.000 en los últimos mercados, deja expuesto lo que fue el 2025. Y el 2026: los que juegan la Copa tenían mucho menos.

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