​Boca le ganó a Estudiantes en la tarde de los penales 

  

Boca le ganó 2 a 1 a Estudiantes y se acomoda en la tabla anual para la clasificación a la Libertadores , que es lo que más le interesa. El partido tuvo dos caras; no pasó nada de nada en casi todo el primer tiempo y pasó de todo en el segundo período; dos penales, una expulsión, dos remates en los palos y varias llegadas más.

En el equipo de Ubeda se notó demasiado la ausencia de Leandro Paredes, pero para disimular un poco jugó desde el arranque Exequiel Zeballos. El Changuito casi sorprende con un remate de tiro libre, medio que generó, medio que fabricó un penal que él mismo desperdició y elevó su imagen con un buen remate de zurda que terminó en la red y otro de derecha que salvó magistralmente Muslera. Hacía 14 partidos que no entraba como titular. Aguirre le había ganado el puesto en base a sacrificio para recorrer la banda, pero físicamente recuperado, Zeballos empezó a demostrar cuando entraba en los tramos finales que se volvía imprescindible. Si mantiene este nivel obligará a Ubeda a meter tres delanteros u optar entre Merentiel y Giménez si decide jugar con dos. Boca no tuvo a Paredes, pero El Changuito no tiene techo.

Los penales merecen ser puestos bajo la lupa, más allá de las decisiones del árbitro y sus asistentes virtuales. 1) El primero de Boca no pareció falta. Zeballos le había ganado la posición a Rodríguez, con quien forcejeó en la entrada al área y se dejó caer. Rey Hilfer compró.

2) El de Estudiantes (gol de Cetré) fue una mala decisión de Marchesín que viene sumando puntos en contra desde hace bastante. Medina, de buen partido, se metió en zigzag en el área, pero llegaba muy exigido apretado contra la raya, no había necesidad de arrojarse como lo hizo el arquero sobre el cuerpo del rival. 

3) El segundo penal de Boca (gol de Merentiel) fue producto de una doble torpeza de Fabricio Pérez: perdió una pelota en la salida y de bruto se tiró encima de Ander Herrera cuando el vasco se disponía a rematar.

Poco antes de ese segundo penal, Estudiantes se había quedado con 10 por otra torpeza: la de Neves que le clavó los tapones a Herrera en un momento en el que todo Boca decididamente se conformaba con el empate. Es que en el segundo período las mejores llegadas habían sido del local: un remate en el travesaño de Thiago Palacios, otro que rozó un poste después de una extraña pirueta y tres cabezazos francos en el área que de a poco daban cuenta de la superioridad de los de Domínguez, a quien le rendían más los cambios que los intentados por Ubeda.

Pero más allá de las sensaciones resultó que uno de los que entró en Estudiantes (Neves) se hizo echar, que otro (Pérez) hizo un penal y Herrera, que había ingresado como reemplazo en Boca, fue víctima de la falta que definió todo.

Los partidos de estos campeonatos cortos suelen ser horribles (el primer tiempo de Estudiantes-Boca puede ser exhibido como muestra de combinación de lentitud e ineficiencia) pero cuando se llega a las instancias finales empiezan a jugar los números en medio de mucha adrenalina. En los números, Boca quedó muy bien parado después de su victoria en la Plata; lo del juego es otro cantar.

  

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