El impulso de su salto llevó la determinación propia de alguien que pretendía terminar con una seguidilla negativa. En ese cabezazo con el que le ganó con soberbia a Ayrton Costa, además de marcar el gol del triunfo de Racing sobre Boca en la Bombonera, Adrián Martínez enterró una sequía personal . Por supuesto que habló de esos diez partidos que estuvo sin convertir, pero también la mandó a guardar en otro arco: el de la confianza para la final del Torneo Clausura.
Apenas terminado el derbi, con el cuerpo y el alma en llamas por el testazo de novela, le preguntaron si Racing está para campeón. Y su respuesta sonó contundente: “Sí, sí, obvio que sí. Nosotros estamos creyendo y confiando en que,si llegamos hasta acá, por algo es”.
El delantero llevaba diez encuentros sin anotar goles. REUTERS/Agustin MarcarianMás allá de lo individual, el atacante priorizó el aspecto colectivo. “Estoy contento porque era un partido muy importante para nosotros. Tanto esfuerzo. En la Libertadores nos quedamos en el camino y no queríamos que ahora nos pasara lo mismo. Los chicos estaban con mucha confianza, mucha fe”, soltó.
El desahogo en la cancha de Boca, donde ya metió tres goles (dos con la Academia y otro con Instituto), fue antecedido de una buena señal cuando anotó en la definición por penales contra Tigre, por los cuartos de final.
Racing –
Maravilla Martínez puso el 1 a 0 de Racing
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“Necesitaba convertir. Ya ir a patear el penal en el partido pasado -recordó el autor de 21 goles en este año-, con todo lo que había errado, ya era una carga pesada. Sentí ese alivio y el apoyo de la gente cuando las cosas no se daban. Agradecido a la gente por el aguante cuando las cosas no se daban”.
Todos los gritos de Maravilla en Racing
Ya son 51 las anotaciones de Martínez con la camiseta de la Academia, el tercer máximo artillero desde el siglo XXI detrás de Diego Milito (59) y Lisandro López (79). Pero en tiempos de miseria, de poder de fuego desactivado, Adrián sintió el respaldo: “Estoy tranquilo y contento por mis compañeros, que cuando yo no podía convertir, ellos aparecían. Eso quiere decir que todos pueden convertir”.
El instante del cabezazo de Maravilla ante Costa. Memorable salto. EFE/ Juan Ignacio RoncoroniDurante su etapa sin meterla, Maravilla acudió a su religión, como suele hacerlo. Místico como pocos, explicó que “trato de buscar a Dios para que las cosas se puedan acomodar, Dios pasó por el desierto, Jesús mismo estuvo 40 días en el desierto, Moisés también pasó por ahí… Y avanzó: “Durante todo este tiempo que ha pasado, con mucha fe los pastores estuvieron orando por mí. Entiendo que el mismo dios que te hace pasar por un desierto te da la victoria, pero para ir a la victoria hay que pasar por problemas dice la Biblia. Ojalá que sigamos triunfando”.
Siempre el grupo antes que lo individual
De todos modos, Maravilla evitó dramatizar. “Hay muchísimos jugadores que quieren jugar en Primera, y yo no me voy a estar preocupando o hacer mala sangre cuando la pelota no entra. Estar entre los 11 ó 30 jugadores de Racing -valoró- es muy importante, me costó mucho llegar y trato de disfrutarlo. Estamos llegando a las competiciones a lo más lejos y no es fácil”.











