El fiscal que señaló a Cristina Kirchner como jefa de una asociación ilícita aseguró que nunca vio “tanta prueba” en una investigación. También habló de presiones y recordó al fallecido juez Claudio Bonadío.
En medio del avance del juicio por la Causa Cuadernos, el fiscal Carlos Stornelli volvió a referirse al expediente que involucra a 86 imputados y que apunta a una presunta red de cobro de coimas durante gobiernos kirchneristas. En declaraciones televisivas, sostuvo que se trata de “una bitácora de la corrupción” y remarcó que “nunca vi una causa con tanta prueba producida”.
Las palabras de Stornelli llegan luego del quinto día de audiencias virtuales, donde se volvió a mencionar a Cristina Fernández de Kirchner como la presunta destinataria final de los fondos ilegales recolectados. El fiscal afirmó que él y el fallecido juez Claudio Bonadío “la pasaron mal” debido a las presiones que recibieron durante el avance de la investigación.
Stornelli recordó que varios imputados se acercaron a declarar pese al miedo: “Había mucho pánico. Uno dijo que temía que lo mataran; creía que algunos que estaban en el juzgado formaban parte de la banda”. Según el fiscal, la contundencia del material probatorio —entre ellos los cuadernos que dieron origen al caso— vuelve “muy pequeños los intentos de demonizar” tanto su figura como la de Bonadío.
Respecto del rol de la expresidenta, señaló que siempre existió la posibilidad de una confesión, aunque consideró que Cristina Kirchner mantendrá su postura negatoria. “Siempre negó los hechos y hubo intentos de instalar que se trataba de una causa armada”, apuntó.
El fiscal también repasó la declaración de Roberto Baratta, exfuncionario señalado como uno de los operadores del esquema ilícito. Según relató, cuando Stornelli lo interrogó, Baratta le preguntó si quería “ser parte del problema o de la solución”. Sobre la operatoria de corrupción, añadió: “Hacerlo a cielo abierto pensando que nadie iba a decir nada era casi infantil”.
En otro tramo de la entrevista, Stornelli evitó opinar sobre la posibilidad de que un juez subrogue en otra causa, aunque dejó una crítica interna: “No me gusta meterme en el trabajo de los colegas. A veces hay una actividad un poco perezosa, pero cuando aparece una causa de este tamaño hay que renunciar a todo. En mi fiscalía trabajamos full time, o full life”.











