Héctor Daer, cosecretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) y líder de la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad (FATSA), advirtió sobre los planes del gobierno de Javier Milei para avanzar en una reforma laboral. En declaraciones radiales Daer aseguró: “Si es para retroceder, no vamos a negociar. Hasta ahora no hay ningún indicio de cuál es el borrador que pretende el gobierno”.
El dirigente criticó los proyectos previos que circulan desde 2024, principalmente el de la diputada Romina Diez, de Santa Fe, y destacó que las reformas propuestas podrían implicar una transferencia de derechos de los trabajadores hacia los sectores empresariales. Según Daer, la CGT solo estaría dispuesta a discutir una reforma si es progresiva; de lo contrario, descartó cualquier negociación.“Hay un proyecto que viene de la diputada Romina Diez, de Santa Fe, incluso firmado por el exdiputado Espert, que habla de reformas varias de la ley de contrato de trabajo”, explicó Daer en Radio Con Vos, y definió como “un delirio” la idea de implementar salarios dinámicos que permitan pagar por debajo del mínimo de convenio según la región.
Salarios, horas y flexibilidad: la mirada sindical
El dirigente sindical apuntó a otros puntos polémicos como lo es la ampliación de la jornada laboral y la creación de un “banco de horas” como mecanismo para no pagar horas extras. “Lo primero que hay que discutir es que todavía tengamos 48 horas de trabajo semanales”, afirmó, y advirtió que la CGT solo negociará si la reforma es progresiva. “Si es para retroceder, no vamos a negociar”, sentenció.
Daer también denunció que, con las actuales normas, “tener un trabajador formal o informal da lo mismo; las multas ya no existen y se busca generar un mercado de capitales con los fondos de indemnización”.
“No vamos a retroceder”
Para frenar cualquier iniciativa regresiva, Daer adelantó una estrategia combinada: acción política para garantizar mayorías parlamentarias que detengan avances legislativos, medidas judiciales contra lo inconstitucional y acciones sindicales, que incluyen paros y movilizaciones. “Las medidas incluyen todo el menú táctico, para tener una estrategia común en el momento adecuado: primero acción política, luego judicial, y si hace falta, paros y movilizaciones”, subrayó.










