​Velorio de Miguel Ángel Russo en el hall central de La Bombonera 

  

El mundo del fútbol se encuentra de luto por la muerte de Miguel Ángel Russo, quien falleció a los 69 años tras ocho años de luchar contra una grave enfermedad. Un hombre que dejó una huella imborrable en el deporte y que tuvo su primera jornada de velorio en La Bombonera. Este viernes al mediodía el cuerpo del entrenador será trasladado al cementerio de Pilar para que descanse en paz.

Desde muy temprano, miles de hinchas empezaron a invadir los alrededores del estadio Alberto J. Armando para despedir los restos Miguelo Russo. A primera hora, se llevó a cabo una ceremonia íntima con familiares, amigos y gente del fútbol. Durante una hora, los jugadores de Boca y todo el staff técnico se presentaron en la sede para darle su adiós. También, estuvieron los dirigentes de la entidad boquense y empleados del club encabezados por Juan Román Riquelme, vestido para la ocasión con una remera manga corta negra, saco oscuro, pantalón del mismo color y zapatillas. Muy apesadumbrado por la muerte de su amigo, el presidente de Boca, estuvo acompañado de sus fieles colaboradores para estar cerca de la familia Russo.

Luego, el velorio arrancó pasadas las 11, cuando se abrieron las puertas de Brandsen 805 para que el público en general pueda despedir al hombre que dirigió a Boca Juniors hasta su último día, aunque en las últimas semanas su estado de salud se había deteriorado y el equipo había quedado liderado por su ayudante de campo, Claudio Úbeda. Su última internación fue provocada por una infección urinaria que desencadenó en un cuadro de deshidratación severa y posterior internación domiciliaria. Tantos los médicos personales como los de Boca estuvieron muy pendiente de la situación hasta su adiós. En las últimas horas, el director técnico las pasó junto a su familia integrada por Mónica, su pareja, su hijo Ignacio que juega en Tigre y su hija Natalia. También, estuvo acompañado por un grupo de amigos y gente cercana que lo acompañó en las buenas y en las malas, mucho más.

El féretro de Russo está ubicado en el hall central de la Bombonera, donde el club armó un circuito para que los presentes puedan transitar sin acercarse demasiado. La orden por altoparlante fue no tomar fotos ni hacer videos dentro del recinto. Los presentes ingresaron en fila, dieron vueltas alrededor del cajón cerrado y se retiraron por la puerta 2 con salida por la calle Brandsen.

El amor y el cariño que recogió Russo durante más de 50 años, entre su etapa como futbolista y la del entrenador, hace que simpatizantes de muchos clubes se hagan presentes para despedirlo, al mismo tiempo que sus íntimos se ubicaron al lado del féretro durante toda la jornada.

Entre las más de 10 mil personas que se acercaron al barrio de la Boca durante el primer día, se observaron hinchas boquenses en su mayoría, al ritmo de “muchas gracias Miguelo, lo que hiciste por Boca no se olvida en la vida”, cantaron los hinchas para mostrar su agradecimiento eterno a la leyenda.

Hubo, también, simpatizantes de Estudiantes de La Plata, donde hizo su carrera futbolística entre 1975 y 1988, consagrándose campeón en dos oportunidades. Otros de San Lorenzo de Almagro, donde dirigió en dos periodos: temporada 2008/9, y entre el 2024 y el 2025. También de Vélez Sarsfield, siendo campeón en 2005, y se presentó un hincha particular de River Plate, que llevaba puesta la camiseta de Juan Fernando Quintero, y se hizo oír ante la multitud presente.

“No tiene nada que ver que sea de River. Se debe de tener respeto para este señor que es un ejemplo para el fútbol. No es una provocación ni nada, vengo de llevar a mi hija al colegio, y vivo por acá cerca. Le traje un ramo de Flores porque se lo merece”, esbozó Jorge, un hincha millonario que se acercó para despedir al técnico campeón con Boca de la Copa Libertadores 2007. Asimismo, el riverplatense, que tiene un hijo que se llama Juan Román, agregó: “Russo murió de la misma manera que mi papá y mi mamá, por eso motivo me acerque a despedirlo”.

Siguiendo la misma línea, al salir del velorio con lágrimas en sus ojos, Martin fanático del Ciclón, dejó de lado las diferencias que pudo haber existido por la salida de Russo hacia Boca, y dejó un mensaje claro: “Esto es fútbol, es la vida. No te podes enojar, pero que se le va a hacer, la gente es así. Solo tengo palabras de agradecimiento para él”, aseguró. Al mismo tiempo, contó qué fue lo que le agradeció a Russo tras su paso por Boedo. “Le agradecí por todo. Por el legado que nos dejó en la vida y por no bajar los brazos”, relató en dialogo con Página/12.

También, entre los presentes hubo un hincha de Chacarita, que se acercó Brandsen 805 para despedir al ex futbolista de Estudiantes. “Despedir es una forma, porque siempre va a estar presente Miguel entre nosotros. Es el cariño que se ganó de todas las hinchadas del fútbol. Soy de Chacarita, pero estoy acá con respeto y con valor hacia su persona”, sostuvo el simpatizante que portaba la casaca titular del funebrero.

Entre los invitados especiales estuvieron Cristian el Kily González, ex Boca y actual entrenador de Platense, Raúl Gámez, ex mandamás de Vélez que llevó a Russo a Liniers, los hermanos Guillermo y Gustavo Barros Schelotto que conducen el conjunto velezano, Alberto Marcico, Julio Falcioni junto a su ayudante de campo de siempre, Omar Picoli, presenciaron la despedida de Miguel en La Bombonera, pero no hablaron con los medios. En cambio, Marcelo Bravo, ex mediocampista del Fortín, quien trabajó junto a Miguelo en su cuerpo técnico, cuando le diagnosticaron su afección cardíaca y el jugador debió dejarle paso al entrenador. “Russo fue mi maestro, estoy eternamente agradecido”, dijo el hombre de 40 abriles.

Distintos clubes argentinos hicieron llegar al hall central las coronas de flores para dar sus condolencias. River, por ejemplo, tuvo un detalle no menor: envío flores azules y amarillas, con los colores representativos de Boca Juniors. También, Racing, Independiente y San Lorenzo. Además, Cerro Porteño de Paraguay se movió rápido para mandar sus flores, lo mismo para Millonarios de Colombia.

Pasadas las 13.30, se hizo presente el plantel de San Lorenzo que llegó en su micro particular luego del entrenamiento matutino. Luego de despedir al vanagloriado y admirado entrenador, se dirigieron a la concentración, previo al partido contra San Martin de San Juan de este viernes a las 14.30 en el Nuevo Gasómetro.

En el turno tarde, los futbolistas Barracas Central, comandado por Rubén Darío Insua, ex compañero de Russo en Estudiantes, se acercaron al estadio para darles el último adiós. Sucedió lo mismo con el plantel de Central, que viajó cinco horas en micro desde Rosario para despedir a uno de los máximos ídolos de la institución. Entre ellos, fueron Ángel Di María, Alejo Véliz, Agustín Sández y Carlos Mallo, entre otros, para despedir a Russo. Cerca de las 17.30, se hizo presente Jorge Brito, presidente de River, junto al vicepresidente, Ignacio Villarroel.

Cabe recordar que el DT de Boca luchaba desde hace un tiempo con problemas de salud, tras ser diagnosticado con un cáncer de próstata en 2018 cuando era entrenador de Millonarios de Colombia. En febrero de ese año, fue operado en la ciudad de Bogotá y logró recuperarse al punto tal que continuó su trabajo, entre sesiones de quimioterapia, y terminó por conquistar el título local.

Luego de unos años, tuvo una recaída que le generó una intervención domiciliaria en un delicado estado de salud, producto de un debilitamiento general que lo había alejado de sus funciones como entrenador xeneize. Este lunes, Boca emitió el primer comunicado oficial desde que el entrenador había empezado a tener ausencias en los entrenamientos y los partidos. En él aseguraba que Russo estaba “cursando una internación domiciliaria con pronóstico reservado, recibiendo atención permanente de su equipo médico y del cuerpo médico del Club”. Finalmente, este miércoles falleció y pasó a ser una leyenda más del fútbol argentino.

  

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