La desesperada búsqueda de la agenda perdida 

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Los ingenieros del caos necesitan recuperar la agenda. El viernes por la noche, Milei eligió abrazar la granada y aislarse justo cuando Estados Unidos reclama señales de gobernabilidad. Por primera vez, Karina Milei, Santiago Caputo, Guillermo Francos, Patricia Bullrich y hasta Mauricio Macri coincidieron en algo: la continuidad de la candidatura del economista libertario podía convertirse en el caballo de Troya capaz de implosionar la campaña de la derecha por dentro. La novedad política es que Milei los desoyó a todos, incluso a su hermana. Sin más remedio, y a solo tres semanas de la elección de medio término, los gurúes libertarios buscarán reconstruir el relato el lunes, con la presentación del libro del presidente en el Movistar Arena. “La construcción del milagro” será también el intento desesperado de resurrección política. No durará mucho. El miércoles, la oposición en Diputados buscará remover a Espert, y el candidato apuntado por recibir 200 mil dólares del narcotraficante Fred Machado volverá a quedar en el ojo de una tormenta que Milei no supo o no quiso desactivar.

El costo de sostener lo insostenible comenzó a resquebrajar la narrativa libertaria. Las frenéticas horas que se vivieron en la quinta presidencial de Olivos el último viernes dejaron al descubierto un principio de revelación: Karina Milei no es más “El Jefe”, o nunca lo fue. El presidente no solo fue el artífice de los dos primeros candidatos de la lista bonaerense, José Luis Espert y Karen Reichardt, sino que además demostró que está dispuesto a sostenerlos como sea. El operativo que montaron la Secretaría de la Presidencia, Santiago Caputo y hasta Mauricio Macri para presionar al presidente para que bajara a José Luis Espert naufragó y dinamitó todos los puentes justo cuando el gobierno más necesita mostrar solidez política. El episodio arroja datos inquietantes: Milei decide en soledad, disociado de la realidad, y por primera vez sus laderos comenzaron a cuestionarlo abiertamente.

Si bien aún no hay mediciones concretas del impacto del narcoescándalo en la campaña, la imagen de Espert se desplomó en las últimas horas. Un trabajo de la consultora Monitor Digital arrojó un 86 por ciento de negatividad en las menciones digitales sobre José Luis Espert. La “calle digital”, el terreno que los libertarios manejaban con mayor comodidad, se volvió en contra. Por caso, palabras como “narco”, “narcotráfico”, “lavado”, “dólares” y “transferencia” dominan por estas horas la conversación en redes. En ese terreno, el Libragate fue un parteaguas. Desde entonces, la pérdida de relevancia de Javier Milei —que dejó de ser una novedad— y el cúmulo de escándalos, desde las coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad hasta los vínculos de Espert con el narcotráfico, jugaron malas pasadas a “las fuerzas del cielo”. Los gurúes comunicacionales, además, se vieron desmotivados tras quedar marginados de las listas.

La Casa Rosada trabaja contrarreloj para recuperar la agenda. Viejas ideas ya descartadas, como reinstalar el debate sobre la dolarización, resuenan en las últimas horas de boca de los libertarios. Una medida de dudosa aplicación, pero que ya le sirvió a Milei para ganar la agenda durante la campaña presidencial. Sin embargo, los frentes de tormenta no se disipan. La visita de Milei a Santa Fe este sábado volvió a mostrar la dificultad del libertario para “bajar al territorio”, cuando solo quedan 21 días de campaña. Todavía resta visitar Chaco, Córdoba, Neuquén y Río Negro. Para colmo, los candidatos —propios y ajenos— de la lista bonaerense se rehúsan a traccionar por José Luis Espert. “Nos va a hundir a todos”, reconoció a este diario uno de los armadores de la alianza que tejió el PRO con La Libertad Avanza meses atrás, para competirle al peronismo en la provincia. Patricia Bullrich teme el efecto contagio y busca despegarse. Durante la semana, y pese a la línea que  le bajó la Casa Rosada, eligió cuestionar a Espert en tres ocasiones.

Desconectado de una realidad que día a día se vuelve más acuciante para millones de argentinos, el lunes Milei volverá a fungir de “rockstar”. Un traje que, cree, le queda cómodo. Al igual que en el Luna Park, presentará su libro La construcción del milagro y se subirá al escenario junto a “La banda liberal”. El presidente le pidió al legislador bonaerense Agustín Romo que “las fuerzas del cielo” lo acompañen. La capacidad del estadio es de 15 mil personas. Los libertarios trabajan para movilizar gente y depositan sus expectativas en que el rol estrafalario del presidente alcance hasta el siguiente rescate, que llegará una semana después, cuando Milei consiga una nueva foto con Donald Trump. “Por suerte, el lunes a esa hora Espert lo va a visitar a Feinmann en la tele”, reconoce una fuente con despacho en Casa Rosada, que cree que la única alternativa para mitigar el impacto es esconder al candidato por el resto de la campaña y aspirar a que la gente “solo piense en violeta” a la hora de votar.

Cerca de Espert no descartan participar del acto en Villa Crespo. Al día siguiente, Milei visitará San Isidro. Consultados sobre los próximos pasos del candidato, un asesor de su entorno aseguró que “la estrategia es una sola: la nacional” y que “la agenda se define ahí también”. Por ahora, nadie le pidió al diputado que baje el perfil ni se diluya. El sábado ratificó su candidatura e insistió con que todo es una “operación mediática.

Nadie al interior del Gobierno piensa en la gestión. Ni antes del 26 de octubre ni el día después de la elección. El oficialismo está encerrado en su propio laberinto y solo aspira a la supervivencia. Milei viajará a Estados Unidos con los deberes aún sin completar. En la semana que cierra, Caputo vendió otros 1.000 millones de dólares para contener el tipo de cambio y, para colmo, la Casa Rosada no consiguió ninguna foto de gobernabilidad. La segunda visita de Macri a Olivos solo reactivó las tensiones. Milei desoyó el pedido que el expresidente hizo frente a su hermana y al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, de sacrificar a Espert. Ahora, el PRO podría soltarle la mano en el Congreso. El que avisa no traiciona. Macri le advirtió a Milei que tendría “una parada” dificil el miércoles en la Cámara Baja.

Ese día la oposición buscará remover a Espert de la presidencia de la Comisión de Presupuesto y Hacienda. El martes, la bancada que preside Cristian Ritondo se reunirá para fijar su postura.  Los amarillos, junto con los diputados que responden a los gobernadores que hicieron alianzas electorales con el Gobierno, son la última reserva de apoyo para el oficialismo en el Congreso. “Los ánimos no están para defenderlo”, asegura un dirigente que movió cielo y tierra para sellar un acuerdo en la provincia. La oposición necesita dos tercios para quitarle a Espert la presidencia de la Comisión. Si no los consigue, deberá emplazar la moción y volver al recinto a pocos días de las elecciones. “Hasta yo quiero votar en contra”, reconoció un libertario a este diario. Martín Menem, que se juega la renovación de la presidencia de la Cámara, ya inició gestiones para frustrar el quórum. Si lo consigue, solo dilatará los tiempos y mantendrá el tema en agenda. La oposición tiene decidido avanzar.

 

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