Una vez de regreso a la Argentina, y a un mes de las elecciones nacionales, la semana que viene el presidente Javier Milei pondrá el pie en el acelerador y se meterá de lleno en la campaña. Envalentonados por el salvataje de 20 mil millones de dólares que les hicieron “las fuerzas del norte”, desde Casa Rosada están organizando una “gira federal” con Milei a la cabeza. Creen que él es la única figura del espacio que importa. La idea, cuentan los “estrategas” de campaña, es que el mandatario “vuelva al centro de la escena”. Admiten que, después del escándalo de corrupción que explotó por los audios del extitular de Andis, Diego Spagnuolo, entre otras cosas, la imagen y popularidad de Milei “fueron dañadas”, pero sostienen que, más allá de todo, él “es al que menos le entraron las balas y el único que aún preserva la figura de outsider”.
En el oficialismo admiten que, más allá de excepciones como Patricia Bullrich –que la postularon a senadora por la Ciudad de Buenos Aires–, o Luis Petri –cabeza de lista de diputados en Mendoza–, la mayoría de los candidatos son desconocidos. En esa línea, opinan que “si Milei está fuerte, puede trasladar los votos”, y argumentan que por eso “será clave ayudarlo a él y que esté en el centro de la campaña”.
Las provincias en la mira
Entre las provincias que Milei comenzará a visitar la semana próxima estaría Tierra del Fuego, donde el candidato violeta es Agustín Coto. Sin embargo, también se enfocarán en provincias con mucha población para intentar conseguir más votos y, de ese modo, contrarrestar los malos números que tuvieron en la provincia de Buenos Aires en las últimas elecciones locales y donde –admiten–, es muy factible que vuelvan a perder.
Desde LLA quieren achicar la diferencia de 13 puntos que cosecharon el 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires. “Si no logramos achicarla vamos a estar en el horno”, se sinceran. Tienen esperanzas con que aumente el nivel de participación y con que haya “un voto útil por miedo a que vuelva el kirchnerismo”. Además, los que trabajan en la estrategia electoral de LLA se ilusionan con que los intendentes del peronismo “no vuelvan a mover ‘el aparato’ como lo hicieron para las elecciones locales donde se jugaban el pellejo”. Piensan que eso acortará la diferencia.
Para sopesar el magro resultado en territorio bonaerense, Milei se enfocará en la provincia de Córdoba, la segunda con densidad poblacional después de Buenos Aires. Allí el Jefe de Estado estuvo antes de viajar a los Estados Unidos y volverá para cerrar la campaña. “Ahí vamos a hacer una buena elección”, se envalentonan en el entorno de Milei y confían que pueden llegar a quedar en segundo lugar detrás de la lista del gobernador Martín Llaryora, encabezada por el exgobernador, Juan Schiaretti.
Milei también visitaría Santa Fe donde, al igual que en Córdoba, esperan quedarse con el segundo puesto después de la lista del gobernador Maximiliano Pullaro. En Ciudad de Buenos Aires, después del triunfo que logró Manuel Adorni en las elecciones locales, esperan seguir primeros, esta vez, de la mano de la ministra de seguridad Patricia Bullrich. Dentro de la gira federal, desde Balcarce 50 también mencionan como posibilidad un viaje a la provincia de Mendoza, donde el candidato es Petri –y, además, gobierna Alfredo Cornejo, aliado a la Casa Rosada–. No descartan, por último, que visite Corrientes, donde LLA no quiso hacer una alianza con el gobernador Gustavo Valdés y el candidato violeta, Lisandro Almirón, quedó cuarto.
Todavía no se sabe en qué ciudad bonaerense aparecerá Milei. Sin embargo, hay quienes opinan que podría ser en Mar del Plata. Allí es intendente Guillermo Montenegro, que fue cabeza de lista en la quinta sección electoral, una de las pocas en las que LLA ganó en las elecciones del 7 de septiembre.
¿Cuál va a ser el mensaje?
“El mensaje es empatizar con los que la pasan mal“, dicen cerca del mandatario y se molestan cuando Milei exagera sobre los escenarios al decir que el suyo “es el mejor gobierno de la historia”. “La gente no siente que esté todo bien, entonces no hay que generar esa distancia”, le aconsejan sin mucha respuesta. Los consultores también le piden a Milei que no insulte. En esa línea, el Presidente estuvo ensayando discursos un poco más moderados, como el que dio cuando presentó el Presupuesto por cadena nacional.
Al igual que lo hizo en ese discurso desde el Salón Blanco, la idea que le dan sus laderos es que todo el tiempo machaque con la idea de que “el esfuerzo vale la pena”, y con la frase de que “hay que aguantar un poco más”. En su entorno argumentan que “el que define esta elección es el voto blando”, y que “ese voto blando se mueve por expectativas”. “Hay que reconocer que la gente está haciendo un esfuerzo, pero también hay que decir que aguanten porque después vendrá la prosperidad”, subrayan.
El consejo que Milei no está dispuesto a aceptar es el de quitarle protagonismo a su hermana y a los Menem, acusados de corrupción. Durante el acto que encabezó en Córdoba, de hecho, los subió a ambos al escenario. En el oficialismo admiten que los audios los “dañaron”, pero analizan que “la gente todavía está dispuesta a creer en Milei”. Sí pidieron que el Presidente reduzca las fotos con políticos, y, después de sacar muchas fotos de ese estilo, entendieron que “las fotos de las mesas son una catástrofe”.
Van a apostar, sin embargo, por imágenes “más limpias”, en las que solo aparezca Milei o “Milei con la gente”. El problema que tienen en ese punto, es que para el Presidente es cada vez es más complejo salir a la calle debido al descontento social.
En bunker oficialista admiten que lo del préstamo del Tesoro de Estados Unidos “les dio aire”, y “una oportunidad”, pero no creen que eso sirva para hacer campaña. “Gran parte de la campaña ya está jugada, pero siempre son clave las últimas dos semanas”, opinan. El plan oficialista incluye ir a buscar a los votantes que La Libertad Avanza perdió y también a los que no fueron a votar en la última elección provincial. De eso se habló en la reunión que Milei encabezó la semana pasada en la Quinta de Olivos.
Los números
En Casa Rosada prefieren no hablar de números. Sin embargo, vociferan que “nadie espera que saquemos más de 40”, y sostienen que “sacar más de 33 sería ganar”. Cerca de Milei entienden que será difícil que una fuerza unificada pueda alcanzar ese número por el rol que van a tener los espacios provinciales de cada gobernador y creen que el desafío de Fuerza Patria en esta elección será sacar un 35 por ciento.
Si bien consideran que ellos van a perder en provincia de Buenos Aires, esperan que no sea por 13 puntos, y creen que pueden sacar diferencia a FP en Córdoba, donde estiman que el kirchnerismo puede llegar a quedar tercero o cuarto. Además, en la Rosada opinan que están en condiciones de ganar en Salta. Presumen que en esa provincia Fuerza Patria quedará tercero atrás del espacio del gobernador Gustavo Sáenz.