En la aplastante derrota que sufrió el Gobierno en Diputados en la votación por el financiamiento a las universidades, destacaron dos votos: los de María Eugenia vidal y Ricardo López Murphy. Ambos se abstuvieron.
Unos 174 diputados lograron revertir el voto (más de dos tercio de los presentes) contra 67 voluntades del oficialismo. Tanto Vidal como López Murphy votaron a favor de la emergencia del Hospital Garrahan, pero optaron por no pronunciarse en la cuestión educativa.
En el caso de López Murphy hay un historial que remite a su gestión como ministro de Economía de Fernando de la Rúa en marzo de 2001. El hoy diputado estuvo al frente de la cartera apenas dos semanas y salió eyectado por el rechazo que logró su brutal plan de ajuste, mientras agonizaba la convertibilidad. López Murphy propuso desfinanciar a la educación superior y eso generó la reacción de los universitarios.
Casi un cuarto de siglo más tarde, el economista eligió no acompañar al gobierno de Javier Milei en su avanzada contra las universidades. Pero no se sumó a la mayoría aplastante. En el caso de Vidal, su voto fue sintomático de divisiones en el PRO. La bancada presidida por Cristian Ritondo no funcionó de manera monolítica. Héctor Baldassi, Ana Clara Romero, Álvaro González, Sofía Brambilla, Germana Figueroa Casas y Silvia Lospennato votaron contra el veto. Esa división también se vio en el voto por el Garrahan, siete diputados del PRO se desligaron del resto. Fueron Vidal, Baldassi, González, Lospennato, José Luis Núñez, Gabriela Besana y Emanuel Bianchetti. Vidal ya había dado cuentas del menosprecio a la educación superior. “¿Es de equidad que durante años hayamos poblado la provincia de Buenos Aires de universidades públicas, cuando todos los que estamos acá sabemos que nadie que nace en la pobreza llega a la Universidad?”, llegó a decir en 2018 cuando era gobernadora bonaerense. Ahora apenas le dio para la abstención.