El sindicato petrolero, representado por el delegado Sebastián Ávila, inició medidas de fuerza contra Oil Stone ante el riesgo de 400 despidos. Varios trabajadores ya recibieron telegramas, y otros están en sus casas sin tareas.
Ávila denunció que la empresa no ha invertido desde su llegada a la región y lleva tiempo amenazando con reducir personal. Actualmente, el yacimiento está vacío, sin actividad ni presencia de empleados.
“Cumplimos todos los plazos legales, pero la empresa no responde. No vamos a permitir que destruyan fuentes laborales sin asumir responsabilidades”, declaró el referente sindical.
El gremio exige una solución urgente y pidió la intervención de autoridades para proteger el empleo y la actividad petrolera en la zona.