El momento ha llegado y los equipos argentinos deberán demostrar para que están en la Copa Libertadores y si es posible quebrar el apabullante dominio que los brasileños vienen ejerciendo desde 2019. Vélez y Racing empezarán a cruzarse este martes en una llave de cuartos de final que asegura una plaza celeste y blanca en las semifinales. River y Estudiantes, en cambio no tuvieron fortuna. Los resultados deportivos los mandaron a eliminarse con Palmeiras y Flamengo, acaso los máximos candidatos a levantar la Copa. Y aunque los partidos siempre hay que jugarlos y nadie nunca ganó ni perdió antes de tiempo, con una mano en el corazón y las reservas del caso, hay que decir que a priori, River y Estudiantes no arrancan como favoritos. Después se verá.
Si Vélez y Racing hubieran jugado en marzo, el favoritismo de la Academia hubiera sido apabullante. Seis meses atrás, Vélez no hacía pie y bajo la dirección técnica de Sebastián Domínguez ocupaba el último puesto del torneo local y se cansaba de no ganar. Racing, por su lado, derrotaba de ida y de vuelta a Botafogo y se llevaba la Recopa Sudamericana con un futbol directo, vibrante y repleto de confianza. Pero pasaron cosas en estos seis meses.
Ahora con la conducción de los mellizos Barros Schelotto, Vélez ha conseguido funcionamiento, confiabilidad y sobre todo resultados (ganó cinco de sus últimos seis partidos). Mientras que Racing, a partir de la controvertida salida de Maximiliano Salas a River, entró en un declive de rendimiento y resultados que lo llevó a perder cuatro encuentros consecutivos de local y que recién pudo interrumpir el viernes cuando venció 2 a 0 a San Lorenzo. El equipo de Gustavo Costas apuesta todo a la Copa y tal vez vuelva a colocarse el chip de altísima motivación con el que la encara. Pero Vélez está en condiciones de golpear la mesa. Todo dependerá, obviamente, de como salga el partido en Liniers.
Flamengo y Palmeiras invirtieron fortunas para ser campeones de América. Después del Mundial de Clubes siguieron yendo a Europa a comprar por millones de dólares y en el Brasileirao, primero va Flamengo y segundo Palmeiras, a cuatro puntos. O sea, en todo sentido, llegan muy bien parados a los cruces con los argentinos. Su poderío económico (acaso el mayor del momento en el fútbol sudamericano) no les asegura nada. Pero en principio, tienen mayores recursos futbolísticos que River y Estudiantes.
Sin resignar buen pie, el técnico Marcelo Gallardo parece estar pensando en un River más duro y batallador, que se haga sentir más en la cancha. La semana próxima deberá ir a definir a San Pablo. Pero este miércoles, con fútbol o con lucha, tendrá que hacer alguna diferencia en el Monumental que le permita afrontar el viaje con posibilidades. Estudiantes hará el recorrido en sentido contrario. El jueves jugará en el Maracaná y el desquite irá en La Plata. El Pincha no viene bien y apuesta a su vieja mística copera para avanzar. El pensamiento mágico siempre es un buen atajo para creer cuando las cosas no salen sobre el verde césped.