​El sector pesquero rionegrino atraviesa un momento delicado y hay preocupación 

La industria de la pesca en Río Negro atraviesa uno de los momentos más complejos de los últimos años. A la fuerte caída de los precios internacionales de especies clave como la merluza y el langostino, se le suma la dificultad de sostener la operatoria de plantas y barcos en San Antonio Oeste.

En este contexto, la Subsecretaría de Pesca provincial busca alternativas para mantener la actividad a flote y evitar que la crisis derive en más pérdida de puestos de trabajo.

La industria de la pesca en Río Negro atraviesa uno de los momentos más complejos. Fuente: (X)

Uno de los puntos en debate es la utilización de la cuota social de Pesca, otorgada por el Consejo Federal Pesquero. “Hoy día la cuota social de Río Negro está siendo utilizada por dos barcos que trabajan con la cooperativa 16 de Abril y que trasladan su producción hacia San Antonio Oeste. El problema es que, por la distancia del caladero nacional al puerto rionegrino, muchas veces no se puede cumplir con las 72 horas máximas para regresar a puerto, por lo que la mercadería llega en camiones”, detalló el subsecretario de Pesca de Río Negro, Gustavo Gualtieri.

La situación también expuso la fragilidad de la infraestructura local. De las plantas procesadoras de San Antonio Oeste, solo la 16 de Abril funciona a pleno, mientras que Unión Marítima y la Terminal Pesquera Artesanal siguen limitadas por la falta de cámaras de frío. En tanto, el frigorífico Río Salado, cerrado desde hace tiempo, continúa en medio de gestiones judiciales y empresariales para recuperar más de 150 empleos.

Uno de los puntos en debate es la utilización de la cuota social de Pesca. Fuente: (X)

“La pesca atraviesa un momento muy delicado. Hubo una caída del 82% en la actividad a nivel nacional. Los precios internacionales y la demanda interna se derrumbaron, lo que hace que los costos sean muy elevados y las ganancias prácticamente nulas. Muchos barcos directamente decidieron no salir al caladero nacional”, precisó Gualtieri.

Según estimaciones, la actividad pesquera cayó un 82 % a nivel nacional, lo que desalienta a muchos armadores a salir al mar. A eso se suman los altos costos de producción, la competencia de harinas importadas más baratas y la ausencia de medidas de alivio, como la reducción de retenciones. El libre comercio, lejos de abrir oportunidades, se transformó en un dolor de cabeza para los productores locales.

Según estimaciones, la actividad pesquera cayó un 82 % a nivel nacional. Fuente: (X)

Sin embargo, en el Golfo San Matías hubo una mejora en la captura de merluza. “Estamos en un momento muy crítico, pero seguimos gestionando y atendiendo a todos los sectores. Esperamos que pronto haya un cambio que permita que la pesca vuelva a ser el motor productivo que siempre fue para San Antonio y Río Negro”, concluyó Gualtieri.

 

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