​Torneo Clausura: River fue más con uno menos y le ganó a Estudiantes en La Plata 

  

A tres días de arrancar la serie copera de cuartos de final ante Palmeiras, River pisó fuerte en La Plata. Cuando tenía que jugar, jugó. Y cuando hubo que luchar, luchó. Por eso, derrotó 2 a 1 a Estudiantes habiendo estado casi una hora con un hombre menos por la expulsión de Lucas Martínez Quarta a los 39 minutos de la etapa inicial. El equipo de Marcelo Gallardo amasó su diferencia en los primeros trece minutos y despues, supo absorber la vehemencia de Estudiantes, que planteó un partido con mucha dureza en los intercambios físicos pero escasa inteligencia con la pelota en los pies. También con compromisos en la semana por la Copa Libertadores (recibirá el jueves a Flamengo), el “Pincha” quedó en deuda: tuvo un hombre de más durante largo rato y nunca supo hacerlo valer.

En los números, el presente riverplatense resulta irreprochable: lidera la zona B con 18 puntos (a dos de Deportivo Riestra) y la tabla anual con 49 (a cuatro de Boca con un partido más). Y en los quince minutos iniciales, en la cancha lució más o menos parecido: enérgico, presionante, ganador de cuanta pelota anduviera suelta y además con buena circulación para moverla, el Millonario no lo dejó armarse a Estudiantes. Además, Gallardo sorprendió jugando con tres centrales (Martínez Quarta, Portillo y Rivero) para soltar a Bustos y Acuña por los costados. En ese rato, se resolvió el partido.

A los seis minutos, “Nacho” Fernández ejecutó un corner desde la derecha y Galoppo de arremetida y con una cabezazo, anotó el 1 a 0. Y a los trece, Bustos sacó un centro también desde el mismo lateral, Facundo Rodriguez rechazó mal y el propio Fernández acomodó la pelota con el pecho y de zurda señaló el 2 a 0. River bajó luego las revoluciones, pero sin perder el control del juego. Hasta que a los 39, Martínez Quarta fue con el brazo en alto ante Carrillo y el árbitro Ramírez lo expulsó por entender que lo hizo como mala intención.

De allí en más, cambió el desarrollo del partido, mas no el resultado. Gallardo retrasó a Bustos y Acuña y cambió el esquema para soportar la diferencia en su propio campo. Lo hizo más que bien, mientras que Estudiantes empujó pero sin claridad ni llegadas. Algunos jugadores, como Ascacíbar y Núñez, parecieron querer ganar de guapos.  A los 16 minutos del complemento, Bustos jugó atrás para Armani y el rechazo del arquero pegó en Medina y se transformó en el gol de Estudiantes. Pero como la pelota dio en la mano del volante, el tanto fue anulado y el conjunto local debió seguir remando. Recién en el tiempo adicional, Núñez de cabeza anotó el 2 a 1. Y no hubo tiempo para más. Once contra once, River fue más y diez contra once, tampoco fue menos. Estuvo bien entonces que haya ganado de la manera en la que ganó.

  

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