Urgido por dar señales de confianza al mercado y salir de la crisis de credibilidad que atraviesa su modelo financiero, el Gobierno puso a la venta la empresa estatal Enarsa. A través de una resolución del Ministerio de Economía inició el proceso de tasación para que dentro de ocho meses la compañía clave en el rubro energético pierda sus acciones propias y quede servida al mejor postor.
Se trata de la tercera empresa del Estado que la Casa Rosada pone a remate en lo que va de esta semana. Ayer sacó a la venta el Belgrano Cargas, la línea ferroviaria que transporta insumos y productos a empresas de todo el país. Y anteayer entregó al mercado el desmembramiento de la distribuidora de agua potable y cloacas Aysa.
Tanto el Belgrano Cargas, como Aysa y ahora Enarsa estaban entre las ocho empresas que el gobierno nacional tenía sujetas a privatización; así figuran en el listado de la Ley Bases, que el Congreso votó hace un año atrás.
La privatización de Enarsa
Enarsa es la compañía encargada de la infraestructura para la generación y transporte de energía eléctrica, y durante el último año fue utilizada por el gobierno de Javier Milei como pivot en la compra de gas importado para el abastecimiento de la demanda interna.
A pesar de su relevancia en el sector, la Casa Rosada decidió poner en venta las acciones que la firma tiene en la compañía inversora en transmisión eléctrica Citelec SA, de la que posee la mayoría de su capital accionario.
La resolución 1050/2025 firmada por el ministro de Economía, Luis Caputo, y publicada hoy en el Boletín Oficial instruye a la Agencia de Transformación de Empresas Públicas (la motosierra administrativa creada por el Gobierno para liquidar bienes estatales) a dar los primeros pasos:
- Contratar una entidad bancaria para tasar las acciones en Citelec.
- Separar la empresa en unidades de negocios, según sus actividades y bienes.
- Dejar en manos de la Secretaría de Energía las condiciones de la privatización a través de un concurso público de alcance nacional e internacional.
- Poner a la venta al menos el 51 por ciento de las acciones.
- Sacarse de encima la compañía en ocho meses.
El futuro de Transener
La que también recibe el golpe es Transener, la empresa estatal encargada del transporte de energía eléctrica de alta tensión, así como también del mantenimiento y reparación de líneas y estaciones transformadoras.
En el mercado, Transener vale 800 millones de dólares. Los activos se dividen 50 por ciento del Estado argentino con la mitad de Citelec S.A. -un cuarto de Transener- y 50 por ciento de Pampa Energía, la empresa de Marcelo Mindlin.
La firma cotiza en la Bolsa de Valores y las acciones del Estado que varían de acuerdo a los movimientos de los títulos tienen un valor aproximado de 200 millones de dólares.
Lo que ahora resta es definir cuál será la disposición de ese paquete por parte del Palacio de Hacienda.
El proceso de privatización se desarrollará desde la separación de las actividades y bienes de cada una de las unidades de negocio de Enarsa, que incluyen gasoductos, transportistas, termoeléctricas y represas. Así lo había dispuesto el Gobierno en abril pasado, cuando anunció el remate.