Representantes mapuches denuncian represión y detenciones durante un acampe pacífico en reclamo por la personería jurídica de tierras en Vaca Muerta.
Organizaciones mapuches expresaron su más enérgico repudio al violento desalojo llevado a cabo el domingo por fuerzas policiales frente a la Casa de Gobierno de Neuquén, donde integrantes de cuatro comunidades mantenían un acampe pacífico encadenados en el ingreso principal del edificio, reclamando el reconocimiento jurídico de tierras ubicadas en la zona de Vaca Muerta.
En diálogo con este medio, Manuel Segundo, representante de la Comunidad Loma Negra, manifestó su solidaridad con los manifestantes y denunció el accionar represivo: “Nuestros hermanos estaban reclamando un derecho básico: el reconocimiento legal de nuestras tierras ancestrales. En lugar de diálogo, el gobierno respondió con violencia y represión”.
La intervención fue ordenada por el fiscal de Delitos Económicos, Pablo Vignaroli, quien otorgó a los manifestantes un plazo de dos horas para retirarse voluntariamente. Cumplido el plazo, la policía ejecutó el operativo a las 11:35 del domingo, tras una nueva advertencia que fue rechazada por las comunidades.
El procedimiento incluyó un importante despliegue de seguridad, con la participación de 120 efectivos, integrantes de la Policía Metropolitana, la policía motorizada, bomberos y ambulancias. Además, se estableció un perímetro de 200 metros para bloquear el tránsito vehicular en la zona.
Durante el desalojo fueron detenidas 22 personas, quienes fueron liberadas durante la tarde del mismo domingo. Las comunidades mapuches denunciaron el uso excesivo de la fuerza y ratificaron que continuarán con sus reclamos hasta obtener respuestas concretas del gobierno provincial.
El conflicto por la tenencia y el reconocimiento de tierras en áreas de explotación hidrocarburífera como Vaca Muerta sigue siendo un punto de tensión constante entre el Estado, las empresas y las comunidades originarias. Desde Loma Negra y otras comunidades advierten que no permitirán nuevos avances sobre su territorio sin consulta previa y sin garantizar sus derechos colectivos.
“Este no es solo un reclamo por tierras, es un reclamo por dignidad, por historia y por futuro”, concluyó Manuel Segundo.