La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal ratificó que la audiencia en la que se analizarán las condiciones de la prisión domiciliaria de Cristina Kirchner se realizará este lunes, tal como estaba previsto. El fiscal general Mario Villar había elevado un pedido para postergar una definición, lo que fue rechazado por los camaristas, quienes tienen en sus despachos los planteos de la defensa de la expresidenta para retirarle la tobillera electrónica y desechar la obligación de pedir permiso judicial para recibir visitas –tal como sucedió este jueves con Lula Da Silva– en el departamento de San José 1111.
La última palabra al respecto la tendrán los camaristas Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Diego Barroetaveña, decisión que tomarán finalmente el próximo lunes 7 de julio a las 12hs. Ese día, además, se analizará también el pedido de los fiscales de la Causa Vialidad, Sergio Mola y Diego Luciani (este último jugaba al fútbol en la quinta Los Abrojos, de Mauricio Macri) para que CFK cumpla su condena en un calabozo o “en un entorno controlado y alejado de posibles concentraciones masivas o conglomerados de individuos en el exterior de la edificación”.
Habrá que ver si los camaristas respetan los derechos políticos de la líder del partido de oposición a Javier Milei o ceden a los furibundos planteos del aparato judicial del lawfare de restringirle al máximo posible toda actividad en el marco de la democracia.
La ratificación de la fecha de la audiencia para definir la cuestión partió de Mariano Hernán Borinsky y Diego Barroetaveña, que señalaron que la presentación de la fiscalía a cargo de Villar no tenía fundamentos suficientes para demostrar “un agravio concreto” respecto de la fecha previamente establecida. Hornos votó en disidencia y, atendiendo los argumentos de la fiscalía, propició la reprogramación de la audiencia, pero quedó en minoría.
