La ciudad de Bariloche, uno de los destinos turísticos más emblemáticos del país, atraviesa un momento complejo. En un contexto económico adverso, con un tipo de cambio que encarece la oferta argentina para el turismo extranjero, la localidad cordillerana busca alternativas para no perder protagonismo en la temporada invernal que se avecina.
Aunque en las últimas semanas comenzó a notarse una leve reactivación con visitantes brasileños, en Bariloche hay preocupación por lo que será el invierno. A esto se suma otro factor que inquieta: la nieve todavía no apareció y eso genera incertidumbre tanto en los prestadores turísticos como en los comercios.
Frente a este escenario, el Ente Mixto de Promoción Turística (EMPROTUR), junto a las principales cámaras empresarias locales, decidió activar una campaña promocional bajo el nombre “Bariloche Sale”. Se trata de una movida que incluye descuentos y beneficios exclusivos en alojamiento, gastronomía, actividades y comercios. El objetivo es mantener precios accesibles y atraer visitantes, especialmente del turismo interno.
Ya son más de 120 las empresas que se sumaron a esta estrategia colectiva. En detalle, hay 68 hoteles adheridos, 32 locales gastronómicos y 21 prestadores turísticos que ofrecen desde excursiones lacustres hasta actividades de aventura. La consigna clara es sostener tarifas sin aumentos para garantizar que Bariloche siga siendo un destino competitivo.
La propuesta no busca simplemente bajar precios, sino armar una campaña coordinada, con una comunicación clara y un respaldo conjunto de los actores del sector. La idea es recuperar terreno en una temporada que se presenta con muchas más incógnitas que certezas.
A pesar de las dificultades, Bariloche mantiene la expectativa de recibir un importante caudal de turistas durante las vacaciones de invierno, especialmente en julio y agosto, que suelen ser los meses más fuertes del año para el sector. Las reservas comenzaron a moverse, aunque a un ritmo más lento que en temporadas anteriores.
