Cecilia Pando no quiso perderse la posibilidad de festejar la confirmación de la condena de Cristina Fernández de Kirchner, a quien le atribuye las desgracias sufridas por quienes ella defiende, los represores que secuestraron, torturaron, asesinaron y desaparecieron durante la última dictadura.
Un día después de que la Corte Suprema dejara firme la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua de CFK, Pando subió a Tik-Tok un video en el que se la ve brindando junto a su marido, el mayor retirado Pedro Rafael Mercado, y un grupo de personas.
–Cristina ¡condenaaada!– se los escucha decir al chocar las copas. De fondo suena la canción Felicitá.
No sorprende que Pando celebre cualquier mal contra CFK. Su militancia estuvo centrada en oponerse a la política de derechos humanos que desarrollaron los gobiernos kirchneristas.
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Pando hizo su aparición en la escena nacional en 2005 a través de una carta de lectores enviada al diario La Nación para defender al obispo castrense Antonio Baseotto, quien había escrito que “quienes escandalizan a los pequeños merecen que le cuelguen una piedra de molino al cuello y lo tiren al mar” después de que el entonces ministro de Salud Ginés González García se pronunciara a favor de la despenalización del aborto. La defensa de Baseotto, que falleció días atrás, le sirvió a Pando como un trampolín para convertirse en una de las voceras de la ultraderecha, pero a su marido, lo fue alejando cada vez más de su carrera militar.
Pando cerró el año 2005 con la presentación en sociedad de la Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de Argentina (AFyAPPA). El lugar elegido fueron los tribunales federales de Retiro, donde tramitan las causas por crímenes de lesa humanidad. El 21 de diciembre de 2005, tuvo lugar la primera movilización en la que se repartieron volantes en los que llamaban a “enfrentar las arbitrariedades, el autoritarismo y las injusticias con decisión y valentía”.
Desde la cabecera de la marcha, Pando vociferó las consignas de su grupo: “Reclamamos la libertad ya para todos los detenidos sin sentencia o proceso por supuestos delitos de la década del ‘70. Una Navidad sin presos políticos será el primer paso para terminar este crítico proceso de venganzas”.
En esa movilización la acompañó Victoria Villarruel. Por entonces, ambas eran muy amigas. Según contó Pando, fue Villarruel –hija, sobrina y nieta de militares– quien la acercó a la causa de los represos presos.
A diferencia de Villarruel, Pando no tiene alcurnia militar. En 1988 –como afirma Guido Braslavsky en el libro Enemigos íntimos— conoció a su marido. Su suegro había querido ser aviador. Pedro Mercado había logrado una carrera promisoria en el Ejército hasta la irrupción de su esposa en la escena pública como detractora de la política de verdad y justicia del kirchnerismo. Su pase a retiro se decidió una semana después de la marcha en los tribunales de Comodoro Py del 21 de diciembre de 2005.
El 8 de marzo de 2006, Pando interrumpió a grito pelado un discurso de Néstor Kirchner por el Día de la Mujer. En esa “travesura” había estado acompañada por Villarruel. Después las mujeres con sus parejas fueron a Puerto Madero a festejar la hazaña. Mercado, de hecho, contó que fue gracias a la actual vicepresidenta que conoció al dictador Jorge Rafael Videla.
Desde entonces, Pando y su marido han sido activos militantes pro-impunidad. En 2006 –como recuerda Germán Ferrari en Símbolos y Fantasmas–, Mercado lanzó la revista B1 junto con José D’Angelo. El lema de la publicación era “vitamina (para la memoria de la guerra en los ‘70)”.
En el verano de 2024, Pando reconoció públicamente que habían existido conversaciones con La Libertad Avanza (LLA) para conseguir la libertad de los represores presos.